A ti, mensajero del viento invertebrado, crisol de la noche enjaulada y los días desenterrados...ensalmo de los recuerdos inolvidables, bálsamo de la tierra bajo el agua...¿Sabes tú, ave azul, que contigo viajan nuestros sueños; sin ti, el aire frío de la nada?
Yo quizás, tú mientras me miras, sin reglas, ni paisajes ciegos. Adormecido en ti, cataratas de sueños. Sin buscarlo lo encuentro, ese pensamiento, ese tú y yo como nuestro: piel, temblor, sin tiempo…