23 diciembre 2009

¡ FELICES FIESTAS !

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Entre todas las felicitaciones, elijo ésta por el misterio de la pequeñez. Árbol aún casi no nacido que encontré a la misma vera del camino, bajo la inercia de la huella; como despertándose a la vida, bajo el gota a gota de la lluvia. Irresistible nudo por donde pasaba el viento indeleble, el aire húmedo de los sueños. Su sangre fría, la mía tan caliente.
A orillas de esta instantánea ahora, encuentro la palabra océano como recogida. A la espera de estas palabras como espacio para lanzarlas. Porque era la paz, al parecer, la que me hablaba. Allí, tan pequeña como invisible. Tan enorme como reservada. Atmósfera tan silenciosa. Construida a base de recuerdos.
* * * *
Feliz Navidad, Felices Fiestas, Feliz entrada de Año, y mucha suerte de la verdadera! Joseme

27 octubre 2009

SILUETA AL VIENTO

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* Fotografía: Javier Fuentes - Alcornoque en la Haza del Lino -



SILUETA AL VIENTO

Quizá el alma del rayo lo sepa, o el viento que quebró la quemadura…
Carbón, pecho, hendidura; savia que aún se resiste a la piedra.
Aquí como el mundo, allá sobre la naturaleza deshojada,
como inquieta. Luz del pasado, rincón de la tarde;
horizonte que tiembla; de rojos ojos, de azul y menta.

Quizá el árbol en su grandeza, corona y frente, nunca lo sepa…
El porqué del tiempo impronunciable, del vaivén de las fábulas, de los vientos galopando.
Del celemín de los sueños…Ásperos, mitades, cóncavos, convexos.
Azules y negros.
Silueta, inocencia, pulmón agonizante, amargo párpado
Muerte que vive en la página del árbol;
pleamar del paisaje, memoria tras memoria.

A este otro lado, el hombre a solas; cargando su herida, raíces adentro.

23 octubre 2009

BAJO EL SEXO DE LA LLUVIA

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Fotografía de Paco García

BAJO EL SEXO DE LA LLUVIA

¿ Pero, quién conoce todos los secretos y latidos del agua ?
¿ El siempre infinito de sus sueños ?
¿ Quién le ha visto… las órbitas y cuencas de sus ojos?
¿ Su corazón erecto de temblor y nieve ?

Alma de todo, martillo, fosa, nacimiento oceánico.
Tálamo del amor sin carne...
Allí, cuando carga con la nube, la montaña o ambas.
Y aprende a andar, amar, caminar…
Como beso, ofidio, pájaro de ámbar.

Sexo de la lluvia, amante de la savia,
esclava y esclusa de la tierra, del hombre...
Aquí, cuando se transforma en lienzo, cuadro,
ventana desarmada.
Acertijo indomable de la naturaleza subcutánea.
Silencio en reposo, a la espera de una lágrima,
cuerpo o patria.

Corazón que se abre, labios que dormitan;
puntos suspensivos del enigma a voces...
Cuando huye hermosa, tan feliz como alcance.

05 octubre 2009

NATURALEZA AL DESNUDO

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* Fotografía: Joseme
NATURALEZA AL DESNUDO

¿Y por qué no, las ciudades,
las mentiras, las verdades,
las palabras?
Del eco del azul, de la tierra,
del hombre;
futuro inconsciente,
pensamiento al oído.

Naturaleza al desnudo,
tal y como vino al mundo,
germen tras germen.
Quizás ahora arrepentida,
de ese abrazo, beso,
tiempo de espera,
asesinada por lo mismo;
por nuestra mano misma,
por nuestra otra mano tan distinta.

Mientras que el tiempo se reclina,
se arrodilla, presiona;
extiende su piel al viento.
Tan seco, tan mojado, tan titubeante,
tan preciso, tan de prisa;
espejo milenario.

Ahora romo, ahora arista,
Esquina, patio, plaza,
calle tan relucientemente asfaltada;
desalada, deshojada, violada violeta.
Como cáncer que duerme, gemido,
ceniza, pájaro entre la niebla.
Cemento, desembocadura, herida;
Círculo tras círculo, distancia;
recuerdo, sexo.
Palabra de amor enterrada bajo la brisa.

Naturaleza al desnudo, calavera de nadie,
de todos. Desierto o grito; como árbol caído,
soledad que avanza, como recién aplastada,
sin pulso a veces, tan amarilla;
tras sus labios verdes, prisionera y princesa.
Luna y grises en la orilla del tiempo,
ignorancia del fuego.

02 octubre 2009

POEMA DEL MUNDO A CIEGAS (NOCTURNO DE LIBERTAD)

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POEMA DEL MUNDO A CIEGAS
(NOCTURNO DE LIBERTAD)

Libertad de la que se extiende, libertad;
Libertad en pechos y a barrancos;
tuvieron que gritar…
Desde el hombre tan antiguo,
la mano derecha, la izquierda;
el corazón de las palabras,
desde la paloma hasta la oruga,
hasta aquel pedacito de tierra.

Libertad para los que sueñan, libertad;
Libertad de la que nunca duerme.
Y le tuvieron que añadir al cielo,
otro infinito de verde,
la última lluvia de estrellas.

Libertad, tras la palabra libertad…
Tan azufre, como cualquier paisaje a ciegas.

Porque, donde no hay viento ni latido,
mañana ni habrá...
noche, ni ojos,
instante, ni habla.

01 octubre 2009

COMO VIENTO NO VACÍO

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Fotografía: Lucas Gutiérrez

" Aunque bajo la tierra
mi cuerpo esté
escríbeme a la tierra
que yo te escribiré "

- Miguel Hernández
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COMO VIENTO NO VACÍO
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Y detrás vendrían,
como fuego desde el fondo del océano…
El cobre de la tarde,
la celeridad palpitante de la herida,
ola doblemente;
ternura, sangre, sollozo que lloviera.

Y allí quedaron en parte,
debajo de la orilla, piedra sobre piedra,
como herrumbre del eco,
como reposo que no fuera,
sal a la deriva...
Agua, pecho, rizoma,
imborrable escritura.

Aquí y ahora,
bajo la piel del recuerdo,
como viento no vacío,
como ola que recorre la tierra,
al azul del día.

28 septiembre 2009

ACERTIJO

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ACERTIJO

Como acertijo de las estrellas. De los espejos que irradian…
Odio, amor, nebulosas o barcos;
hiel tras la piel, sangre y/o abrazos.
Como este acertijo, tan sencillo como mártir, tan etéreo como la distancia,
raíz del viento que viaja. Hélice del agua.
Aquí el silencio, allá el grito encendido, aullando.
A ciegas. Cuerpo a cuerpo,
como longitud insaciable.
Una tras otra. Pecho sin techo. Paisaje tras paisaje, en boca de los hombres
desde entonces.
Apéndice de la niebla, nacimiento del habla.
Desde la nube fósil, hasta lo amargo del helecho sin savia.
Así: suben y descienden; descienden y saltan
como el infinito a caballo, bajo la luna del látigo.
Con el cúbito bajo el radio, con el brazo como océano inacabado y el azul como barca...
Y nos muestran, sus manos extendidas hacia arriba;
tan desnudas como la arena, sobre la espuma mordida, como gaviota sin estancia,
tras la nieve que fuera, bajo el dormido vértigo de las olas que encallan.
Desde el pulmón hasta la boca,
desde la boca hasta la garganta, bajan hechas acequias y saliva…
Trago, infierno; lengua, cuchillo. Catarata. Orilla doble del río, vórtice de la palabra.
Como intacta, recién partida. Tan fallecida como viva.

aritnem aL

15 septiembre 2009

A PROPÓSITO DEL HOMBRE...

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A PROPÓSITO DEL HOMBRE...

Porque somos viento, somos roca, partícula o todo cuanto amamos;
temperatura más agua; hendidura tras la lluvia,
polvo antes sobre la tierra que se inunda a secas.
Frío o calor según o allá donde abramos los ojos, la piel; el traje de la nada.
Historia más sangre. El enigma de la sangre, siempre.
Sierpe verde; azul o sangre.
Porque somos libertad tras la palabra montaña.
Porque somos libertad tras la palabra.
Inicio del mundo tras la niebla; hueco tras la brisa;
huella tras la huella, longitud que tropieza; metáfora que se derrama,
grito tras grito; vacío tras el paso. Puñal o puño, sombra y árbol.

Porque somos tan visibles como invisibles; tan primitivos como el eclipse,
el oxígeno, la quemadura, la pena y pedernal que se mastican.
Tan imperfectos como el futuro, tan pretéritos como el alba.
Porque somos fruto, pez, moneda de cambio, manzana;
Luna tras la pirámide, injerto del frío que naufraga sobre el espejo del agua.
Porque somos uno, dos, cinco mil, millones; tras los millones de estrellas inacabadas;
tan humanos, como las manos, los pies, el habla, la garganta, la fe, el enigma a ciegas.
A pie, a caballo, a estampida; a sueños, tan reales, como la carne viva del muro.

Porque somos piedra, somos viento, instante o todo cuando amamos.
Luz que se parte tan en pedazos desiguales,
que se oxida entre el reloj de la materia deshabitada.
Nombre a nombre, montaña tras montaña;
como niño que se pierde tras la esquina.
Porque somos ademán; además de perspectiva, recuerdo;
cristales y/o añicos de la catarata bajo la sima.
Animal cuando fuimos, sonámbulos del hombre ahora
asesinado por las sombras de lo inmediato.
Tigre tras la paloma, círculo que se cierra, círculo que se abre a pedazos.
Infinito o aire. Tiempo cuando acaba.
Aquí, sin ir tan lejos, bajo la claraboya del Universo innominado.
Silencio, espacio, hueso... Corazón, parada, camino...

14 septiembre 2009

MARE NOSTRUM ( ENTRE EL AZUL DE LOS CIELOS Y EL SOL DE TUS AGUAS)

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* Fotografía: Lucas Gutiérrez

MARE NOSTRUM (ENTRE EL AZUL DE LOS CIELOS Y EL SOL DE TUS AGUAS)

Como esfinge de lo prohibido, néctar del agua que se evapora.
Ábaco de la naturaleza, por la luz del viento por la que respiras.
De quemadura en quemadura, de ámbar en ámbar.
Gaviota tras gaviota. Ola tras otra.
Azul tras la mirada o cuando las nubes sangran a tus espaldas.
Fuego tras relámpago. Madreselva tras madreselva.

Sal que el viento eleva. Cal que el mundo absorbe como muro solitario,
tras las redes, sin usarlas.
Esperanza y fuerte. Cuna o infinito de tus brazos bajo los peces.
Sal para tus sueños. Sal para tus olas venideras.
Sol de donde vengas, tras los pájaros que merces.
Océano para cuando te liberes. Deseo innegable.
Tierra y sed para cuando se apaguen tus infinitas fuentes oceánicas.

Allí la barca, aquí el sendero tras el silencio de la nebulosa.
Nuestros abrazos.
Ya se abren, ahora se cierran
bajo la noche indeleble de los ojos prisioneros.
Mujer y hombre al unísono del hambre.

Porque hasta nosotros has venido para recomponer nuestros cuerpos,
nuestras almas y equívocos tan a mano.
Porque desde ahí reposas sin exigirnos nada.
¿Mar hasta dónde, océano hasta cuándo?
Libertad para darnos, para mirarte o hablarte, entre tu sangre que nos cedes.
Yodo en tu rostro, criatura de la Luna que se marcha tan a ciegas.

Por tu brisa sincera, por tu llanto de caracola sin su carne del alma.
Cómplice de nuestros desnudos,
Mediterráneo te llaman, aquel Tetis de los dioses;
Mare Nostrum entre las tierras y las guerras de los hombres.
Tal como el horizonte de los cielos que te guardan.

Aquí sobre la arena, bajo el infinito de tu estampa,
somos dos, tan a solas, en número y besos, los que volveremos mañana.
Seguramente. Temblando. Atraídos por tu armas. A preguntarte
¡Oh deseo azul sobre el agua, de la tarde que se marcha, oráculo de la Luna! ¿ Locura o calma ?

06 septiembre 2009

EL ZAGUÁN ( HACIA EL VIENTO QUE NACE )

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* Fotografía: Lagunillo Misterioso - Sierra Nevada
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EL ZAGUÁN (HACIA EL VIENTO QUE NACE)

Aire, oxígeno, cielo…Viento al fin te vuelves.
Espacio. Criatura tan a mano, tan respirable como sumergida.
Latido azul, al final de la tierra.
Tan cóncavo como convexo que se repite;
que se deshace en estallido.
Aquí, bajo el ventanal agrio del sol.
Ácido tras sombra, como el sudor de la montaña,
interminable.
Preguntándome…¿A la hora que el hombre,
a la sombra de nadie?

Tal vez, pero tiempo, acá a lo lejos,
pido silencio entre las nieves que desaparecieron.
Fruto tras la lengua de los ojos, pensamiento tras pensamiento.
Como cuando sabían a agua,
a palabra puerto recién pronunciada;
a camino de regreso, hacia aquel valle imperecedero.
El poema.
A donde vuelvo con frecuencia, como paisaje de este libro.
Tímido inicio, temido final, querido principio.
Días tan mortales que nunca volverán por su propio asesinato…
Agua o mármol tras la luvia.
Más belleza la tuya, la de aquella y húmeda
bajo su voz sin cuerpo,
indomable.
Volver a ti, sobre el viento, cuando hace que éste se dispare.
Amor, amor a hombros y abrazos.
Para océano los tuyos, mis palabras,
cuando descansen en tus labios como papel blanco
bajo la ley del cielo y esas nubes como asalto,
instante.
Porque no hay dolor en la paz, ni en el espejo de tus ojos,
por aquí andaré, sin ir muy lejos,
entre el azul del cielo y el camino de los vientos.
Camino tras la piedra que recorre mi sangre

07 mayo 2009

SÚBDITOS DEL VIENTO

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"Árbol al viento" dibujo de Joan Miró
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SÚBDITOS DEL VIENTO

Grieta sobre el tiempo, humedades, arquitecto de la historia.
Hoja va, beso blanco que de la arena viene.
Tan necesario o innecesaria curvatura, criatura.
Corazón, papel sin mandato ni báculo.
Oráculo de los hombres, del perro, de la liebre,
del pero, sin embargo...
Hierro que en la era acecha,
pecho en las guerras de la sangre.
Caprichoso, vanidoso cuando te detienes
en la página del espejo,
y encuentras la palabra ojo, escrita en mil pedazos,
primavera de tus dientes.

Soberano de los bosques, de las montañas en celo.
Tan dulce y/o amargo como los pájaros de la noche.
Escritura invisible de los pozos,
del triste niño que llora al abismo de la sombra
de los hombres.

Como rueda de molino inacabado, vas y vienes
devorando…Ecos y alegrías,
intemperies y terrazas.
Hábito, después del abrazo, del sudor,
del frío, del coito de los cuerpos, de los campos.

Gesto y tan amargo, dulce y necesario.
Palacio de las olas, agua que golpea cuando nos tocas.
Herida va, herida viene, envuelto como niebla o lluvia triste
inexistente.
Inocente, árido, ávido de preguntas…
¿ La vela, el horizonte, la roca…?
Cuerpo, ungüento, flor sin fruto ni boca,
sin peso ni gravedad razonable.
Engendro de la nada, de la triste nada y su frecuencia.
Como cuando viniste al mundo…¿ De quién huías entonces ?
Entre todas las palabras, descalza la tierra.
Como cuando te quedaste a vivir en la del Silencio,
a oscuras. A la caza del hombre.
Porque nada sabemos de tus miedos...
Porque eres todo o nada, cuando en solitario reinas.
Viajero de tu propio cuerpo. Síntoma de las longitudes.
Distancia del hombre. Súbditos de tus sueños.

25 marzo 2009

EL SUR...

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* Fotografía de Eduardo Duro
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El Sur…Esta tierra que tiembla, que ama, que sangra; de calor y duende, de sudor y noches. De océano y mar, de sed, de tierra hacia delante. De pupilas anchas, de mirada cierta, de mirada blanca; de mirada adentro, de mirada afuera. Postigo, horizonte, de sonrisa íntegra, pena tras pena. Tal igual como diferente. Sur y vértigo. Calor, zaguán sin cerradura. Hombre y mujer, al parecer tormenta, pasión sin alba, cuando la luna llega…
El Sur... Acabado o inacabado, porque da lo mismo: un niño que se acerca a la puerta, llamada tras llamada. Infancia, era, juventud, pradera de cielos y celos; cuando se amontonan, cuando desaparecen; como viento que soplaba las mieses. Émulo de la sangre. Frecuencia en secuencia, consecuencia. Intervalo a intervalo de otoños, de inviernos que se cierran; primavera a primavera; verano tras verano, entre las fuentes sin saliva ni lengua. Entre el laberinto de los ríos que se encogen, que se ahogan. Lluvia tras lluvia, gota tras gota. Mirada tras mirada. A punto de nieve y savia.
El Sur, viento y principio; un día de esos que tocan a gloria. A primer fogonazo de la tierra. Montaña, valle, fruta con sabor a luna, a cielo abierto, bocado a bocado, bocanada tras bocanada; repartiendo…Gracias, besos, deseos, abrazos, despedidas, hasta saludos innecesarios. Momento abismado. Sueños inequívocos. Luz para sus adentros, para sus noches de incendio, para sus miedos. Porque era vidente ese día. Porque aquí, siempre es tan evidente la vida, misterio alguno, piedra sobre piedra…
El Sur, principio y viento. Sustento, substrato. Azul y tarde, blanco y verde a la intemperie. Sol y sombra de los hombres.
El Sur de aquí, cuando el viento resucita entonces y se vuelve vida al instante. Pájaro, cristal o sierpe.

03 marzo 2009

EL VIENTO...

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El viento…Esa mano que ama, que siembra, que arrasa, que vuelve, que muere allá en la distancia, en la noche oscura del murciélago, en la tristeza, trizada por el mundo. Silenciosa marca, tachadura, brizna de tiempo en la ventana. Mucho viento después, antes de que fuera hoja, página, cadalso, moribundo, inconsciente, frente del hombre, martillo o sueño. Ese viento al que llamamos Norte, del Sur sin equívocos, parábola del mundo, huracán sin ejército, línea con puntos suspensivos, ráfaga de un poema…
Ese viento que nació, atención ojos, en la palabra instante, una mañana sin huesos, a intervalos oblicuos de escucha, toca un cuerpo de mujer y se deshace en arcilla... Y a sus pies se vuelve infinito, guardando su exactitud, pecho contra espalda, mirada contra mirada. Pensamiento que muerde con placer. Con placer que muerde sin pensamiento. Viento y principio. Ese viento nació, un día humilde, por ejemplo, de la tierra.

02 marzo 2009

DESDE AQUÍ, A ESTE LADO DEL PAISAJE Y DE LOS SUEÑOS

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DESDE AQUÍ, A ESTE LADO DEL PAISAJE Y DE LOS SUEÑOS

Como cuando huye la luna por la puerta del cielo
y vuelve con frecuencia a ese pasaje de su libro;
y toca…toca la superficie de nuestros tejados,
estando presente en nuestros sueños.
Y nadie nos pregunta si queremos llevárnoslos,
regalarlos, vaciarlos, allá sobre el color vacío del agua.
Y me detengo en esta página del poema,
y su leve mandamiento me intercepta.
Porque las palabras bajan y suben por su propio vértigo,
alimentándose de las hojas de nuestras manos.
Cuerpos tan sencillos como extraños,
que pueden amar, sembrar, gritar, escribir al margen de la nada.
Amontonarse en el cauce de los ríos que nos llevan,
en donde morimos con frecuencia.
Días mortales pero nuestros.

La nave,
el mástil,
la piedra,
la nube inquieta,
la hierba que corre junto a nosotros.
Nacer al fin en lo que fuimos.
Cualquier día de esos en los que te preguntas,
hombre tras hombro,
al amparo ni dinastía de los dioses.
Bocanadas de cielo o de aire.

Porque recuerdas… aquel primer fogonazo del agua,
a tu madre cuando te desteñía las manos,
este camino que avanza…
La noche,
la escalera,
la cerradura sin puerta,
la luz sin habitación,
el arco iris en algún lugar ya sin misterio,
antes de que fuera lluvia sin memoria.
Como cuando huye la luna por la puerta del cielo
y vuelve con frecuencia a ese paisaje de su libro.
Aquí, donde todos soñamos y cabemos.
Río arriba.

26 febrero 2009

LA ALCAZABA

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LA ALCAZABA
Como súbdita de nadie, al abrigo del tiempo;
allí te alzas, sobre la gravedad, sin miedo ni disfraces.
Nieve, cuando el agua te regala su cuerpo blanco,
o en cataratas de agua recién levantadas.
Espuma blanca que por tu cuerpo resbala como pecho sin escarcha,
al unísono, sobre la tierra en la que descansas.
Pirámide que nos muestras y callas, corazón tras corazones.
Piedra o diamante tras la piedra. Cicatrices miles.
Miles de cicatrices al detalle. Arista al frente, tras la arista.
Mordedura. Bocanada de viento tan cercana.
Como recodo del eco en la distancia. Testimonio de tanto que recibes…

Como cuando entre el amanecer te bates entre los colosos que te abrazan,
sin penuria ni batallas; con tus huesos tan al aire,
fuera de tu carne, lamidos por el eco de los pájaros exhaustos.
Humanos que nos desvanecemos más abajo, contemplando…
Cómo nuestro tiempo se estrella sobre las rocas.
Duerme en las siete lagunas que te desovan.

Como cuando entre el atardecer te debates, por ejemplo,
entre el rojo y el naranja, mientras que el gris de tus párpados los absorbe;
sueño tras sueño, peldaño a peldaño.

¿Ni un árbol, ni una sombra ? ¿ Ni una milésima de estrella en tu corona ?
Tan inexpugnable desde aquí, tan accesible cuando amas…
Allí, Alcazaba, así…Reina de la montaña, de lo que ofreces;
con esas alas de silencio en tu mirada, noche tras día; dama de blanco, pupila al viento!
El mundo, aquí abajo. Al alcance del todo o de la nada. De todo lo que abarcas.

Pero miraré entre el azul y la nieve, porque la verdad de ti se desprende.
Camino que busco, insisto, cuando vuelvo, como niño vencido.
Como hombre que espera de arcilla.
Porque te recuerdo así, desnuda, nieve sobre el cauce del horizonte que cabalga.

22 febrero 2009

DESDE EL INFINITO A LA MONTAÑA

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DESDE EL INFINITO A LA MONTAÑA

Dicen que la montaña, prisionera, duerme en la noche...
Y yo la he visto llorar, reír, sangrar, resquebrajarse,
auparse hasta el infinito, cuchichear con la Luna y su siempre.
Devolverme ese reto de preguntas...
- ¿ Quién soy, de dónde vengo ?
¿ Del océano, de las nubes, de la tierra ?
¿ De dónde vienes, tú, ser tan diminuto?
- De ser tan diminuto, por ejemplo!

Dicen que la montaña, libre, duerme en sus sueños...
Y yo la he visto desnuda, amante amada, acurrucada,
en carne y hueso;
auparse hasta las estrellas, arrebatarle al silencio hasta el eco.
Contestarme a ese peso de preguntas…
Quien soy, de donde vengo.
Del fuego al verde. Del pasado al blanco.
Por el camino que se pierde.
Desde acá, a este ser, tan diminuto e imperfecto.
A un paso del mañana.
Entre el cielo que se cierra y el segundo que se acaba.

14 febrero 2009

CATORCE VERSOS SOBRE EL AGUA

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CATORCE VERSOS SOBRE EL AGUA

Catorce versos, catorce naves;
con el viento viajan,
sobre el horizonte son agua.

Catorce versos, catorce soles;
con tu sonrisa se encienden,
con tus temores se apagan.

Cuanto te digo Amor,
quisiera decir Montaña.
Cuando digo Adiós,
te quiero decir Mañana.

Catorce versos, los catorce iguales;
de mis manos salen,
hacia tu cuerpo viajan.
Tan despacio... Tan a salvo!

06 febrero 2009

PORQUE TU BOCA NUNCA SE EQUIVOCA

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Porque tu boca nunca se equivoca ni a ciegas
en este océano de amor cuando naufrago

Irresistiblemente, pongo en tus labios dos,
mi dedo, dulces, como el amanecer, vivos.
Y quiebro tu silencio, insisto, mirándonos a los ojos.
Así somos dos, unidad, nuestros cuerpos, susurrando;
aspirando nubes y esperanza a tientas.

Acá quedamos, en solitario.
Allá, el horizonte en su venganza, oropéndola.
Segundo a segundo, viento o cimiento,
mientras que el tiempo nos arrastra a ciegas.

¿ Y si fuéramos los últimos, como humanos ?
Tan testigos como nuestra lucha; la piedra,
ésta que nos da cobijo y atalaya.
A lo lejos la ciudad, en coma, puntos suspensivos de otros.

Porque quiero construir contigo este poema,
una paz sin descanso; con tus besos tendidos como cerca,
territorio de dos almas, un deseo sin alambradas.
Nosotros.

Acá quedamos, en solitario, como incendio sin abrigo.
Allá, la Luna como partícipe de lo lindo.
Tendidos en esta isla tan nuestra.
Muestra y savia de dos mundos que se agitan,
que se levantan, con el labriego de las olas.
Arco iris de tus ojos. Tiemblas.
Horizonte siempre de tus palabras como tiernas.

Irresistiblemente, pongo en tus labios dos,
este poema, a mitad de camino, entre todo lo que tengo
y el mañana de donde venga o a donde vaya.

05 febrero 2009

CUADERNOS DE LUNA

*

CUADERNOS DE LUNA

Viento que se forma, instante.
Huracán que reclama esa fuerza.
Cobijo en ti, media luna;
la otra en el océano de tus preguntas.
Si fuera yo, tu viento…Agradable, cálido.
Llanura de tu cuerpo para quedarme
Oh montaña, tras montaña !
A mi paso inalcanzable.
Tus manos, pequeñas, mi calma,
arado, que siembra y recoge.
Tu piel repartida.
De sol a tu sol de la noche.
Fruta que se bebe a la sombra
Cristal que nunca se parte.

Viento que se forma, inclinado,
Horizontal a tu cuerpo, mojado.
Por el rayo. Por la luz de tu puerta.
Vertical a nuestro mundo, cercano.

¿Por qué partícula ? ¿ Por qué no, átomo con alma ?
¿Por qué, tú, eclipse si te das media vuelta?
Así de sencilla, iluminada.
Yo, que te tengo, ahora, entre mis manos;
a mitad de ti y ese deseo tan pronunciado.
Círculo tras círculo. Tú pasas.
¿Por qué siempre, el tiempo nos alcanza ?

04 febrero 2009

ANÓNIMO y SOBRE ANDALUCÍA, DOS PUNTOS

*
*
(1)

"Los verdaderos amigos se hieren con la verdad para no matarse con la mentira" Anónimo

**
(2)

_______
- Sobre Andalucía -


Sabio y real anónimo que nos cuenta verdades como puños, en sólo una frase cercada. Lo dejó aquí, como arrancado de la tierra. Rebuscando en ésta tan nuestra: Alta y llana; a veces cabizbaja. Tan solidaria como puesta al sol y de cara. Otras no tanto, pero que aguanta y aguanta…pasiones, celos, ese gusano de la envidia; tan arrastrado como lastre. Sonrisas, lágrimas; algunas, hasta donde la vista alcanza, a secas.
Pasado, de futuro en futuro. Lo pasado. Irrepetible unas veces, por suerte; otras añoranza, de lo poco o de lo mucho. Futuro más incierto que imperfecto. Aquí y ahora; bajo tantas palabras que se esculpieron, se transformaron, se mezclaron con las armas. En tantas cartas incomprendidas, mal leídas; escritores, poetas... Muchísimos; aún vivos. Otros, sin el recuerdo ni de lo suyos. En esos ¡Vivas!, sin aire.
Óvulo que aguanta y acoge…Amigos y a enemigos, a emigrantes e inmigrantes, familias enteras, tantos como puños y abrazos, y hasta con la mismísima sangre rechazada. En millones de desconocidos que nos cruzamos a diario por la calle. Amor que se deshace, se aprieta y regala. Se siembra por cualquier parte. En esta tierra mitad pasado, mitad abierta; pero siempre entera para lo que haga falta.
Andalucía que se llama. Tan blanca como oceánica. A una llama de lo azul y de lo blanco. Verde cuando la verdad asoma y se hace baranda. En un instante. Bajo ese anonimato que nos reclama.

03 febrero 2009

BAJO EL ARCO IRIS DE LOS SUEÑOS

*


BAJO EL ARCO IRIS DE LOS SUEÑOS
Desde donde nace el mar hasta la noche,
tierra a secas del arco iris impronunciable,
tu nombre sabe y se abre, en forma de bocanada, de humedades alternas.
Y así, en detalle, como amapola que se esparce
anegas el horizonte, tal vez desierto sobre la mirada...
Cristal, carne o hueso que se cierra sin fractura ni tiempo.
Al instante.
Desde el rojo, hasta el violeta de la tarde que se acaba y se deshace.
Puntos suspensivos en el aire… ¿ Te llamas ?
Quizás, claro mar y oscuro aire
¡ Ay cuando me hables !

Porque perteneces a ese mundo de los cielos;
inacabados, etéreos, intransitables,
inalcanzables desde el hombre. Te llamo.
Por aquellos tiempos en que ni siquiera tenías ni nombre,
Ni aquellos extraños ojos de fuego;
invento en arco sin viento ni naves.
En donde los pájaros bajo de ti anidaban estrellas incompletas.
Por estos que se asoman a los gritos de las sombras.
Ahora. Después de la tormenta. Invariable.

Desde donde nace el mar hasta los sueños,
Me perdí yo en comprenderte, en pronunciarte…
¡ Alerta ! ¿ Vas o vienes ?
Que si la lluvia fue antes que la nube de la lluvia...
Que si en la gota, tan minúscula, te transportas…
¡ Y nunca te quedas, ni te asientas !

Y me pones tu pupila, y te pongo yo la mía;
mientras que una gota viene a hablarme
y resbala en mis heridas. Hombre sobre piedra.

21 enero 2009

LEYENDA DE LA ÚLTIMA ESPERANZA

*

TRISTES GUERRAS
" Tristes guerras si no es amor la empresa. Tristes, tristes.
Tristes armas si no son las palabras. Tristes, tristes.
Tristes hombres si no mueren de amores. Tristes, tristes. "

Miguel Hernández


LEYENDA DE LA ÚLTIMA ESPERANZA

Poco después de que el mundo fuera sangre, corazón, páncreas, clavícula... Mucho antes de que fuera orilla, sombra, sonrisa… Pasado ya de que la Tierra estuviera a salvo de la mano del hombre, terminado el plazo de nuestro propósito de enmienda, cuenta la leyenda de que Júpiter, abrazado a sus lunas, envió un mensaje a la Tierra: “Desde aquí no se alcanza a ver la magnitud de vuestras cicatrices, espero que los océanos sigan estando donde corresponden, que las montañas y los ríos os sigan guiando, que la nube de polvo que os rodea sea sólo un sueño externo, el velo de una pesadilla innecesaria”
Dicen que, al poco, una voz con eco sobre el vacío más gélido, se desprendió de la Tierra: SOS...¿En qué nos equivocamos: en estar más cerca del Sol que algunos de vosotros o en estar más alejados que otros ?
Termina la leyenda, en que el SOL, que nunca había abusado del hombre, que jamás había intervenido en sus sueños, que nunca le había fallado en proporcionarle luz y calor, tuvo conocimiento de aquella extraña estampa. De que aquel planeta tan azul, tan lleno de nubes giratorias, se convirtiera. de la noche a la mañana, en una esfera grisácea…Y así, atravesando el éter, tendiendo su mano, rebuscó entre aquella espesa niebla tan gélida; con olor a metralla, a óxido humano, con sabor a átomo de uranio, consiguiendo dar con los únicos supervivientes.
Acto seguido, bajó en forma de una pequeña esfera luminosa, concentrando aquí todo su poder de supervivencia. Esfera que fue ofrecida a los humanos como regalo y esperanza.
Y como dijo el refrán y acabando…”La esperanza es lo último que se pierde”… Y, efectivamente, la perdieron. Escondieron tan bien y tanto aquel tesoro, que se olvidaron en dónde lo guardaron. Y allí aguarda, bajo las ruinas de una historia y la soledad de las palabras.