30 mayo 2007

GRANADAS SOBRE EL DARRO

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Vista del Río Darro: Roberts David, 1836


GRANADAS SOBRE EL DARRO

Quizás fueron sus ojos, danza de corazones,
yerbabuena de su rostro,
al atardecer de los bermejales;
en donde el tiempo hundía sus sueños,
y el día se retiraba.
Quizás lo hayamos visto, pero nunca tan perdido…
Tenía el cielo una pregunta, por donde su alma se colaba,
bocanadas de lava blanca,
en donde la luz se apagaba.
Quizás fueron sus manos, escarcha de oro y plata,
gitanillo en la guitarra,
de la tierra y otras lágrimas.
Porque era el momento de las naves,
de los labios que abrazaban.
Tenía el verde una pregunta
bajo la canícula del habla.
Porque quizás fueron sus sueños, de oxígeno y amapola,
tenía el silencio una pregunta,
bajo la escucha y el agua…
Un niño que portaba un lucero,
en medio de dos granadas.
Río abajo ya rezaban, ya tocaba la campana,
mientras la Torre de la Vela, gritaba y gritaba!
¿Quizás fueron sus ojos, elefantes que lloraban?
Granada lo enterró a galope,
como una gota en el agua!
*
* En 1515 se comenzó la cubrición del Darro en su primer tramo de Plaza Nueva, sirviendo este ensanche para la instalación del cadalso de la época.

16 mayo 2007

DE LA CIUDAD SIN HABLA (POESÍA A LA ESCUCHA)

*
Fotografía: Victoriano Izquierdo


DE LA CIUDAD SIN HABLA (POESÍA A LA ESCUCHA)

"Calle abajo, la luz se estremecía
borracha de niños y de chiquillerías..."

Futuro imperfecto de nacer,
correr, saltar, jugar;
jugar a la muerte en la lejanía.
Faltarán las palabras,
se detendrá,
para reclamar su sexo e inocencia.
No saber, incluso, si algún día
volverán las oscuras golondrinas,
primavera tras la última arquitectura,
bajo la ironía del silencio y de la escucha.
Ciudad que te resistes,
enseñando tu pubis de cemento y abismo.
Frío adentro, cambiarás tus entrañas por el tiempo
mientras el calor te espera
a golpe de martillo y de murciélagos.
Poco tiempo después, pasará ese tiempo;
y como futuro imperfecto ya…
“Volviere, amare, proveyere”
como un pájaro cualquiera, o una hoja escrita en blanco
y en donde pusiera: ¿Qué será de entonces,
de este presente, en donde el olvido
ha hundido su voz y grita ausente?
Porque el pasado sigue al polvo,
Tú sabías a hierro dulce y amapola.
Te recuerdo así, desnuda,
como pidiendo un corazón para la lluvia.
-Mi pequeña poesía-