21 enero 2009

LEYENDA DE LA ÚLTIMA ESPERANZA

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TRISTES GUERRAS
" Tristes guerras si no es amor la empresa. Tristes, tristes.
Tristes armas si no son las palabras. Tristes, tristes.
Tristes hombres si no mueren de amores. Tristes, tristes. "

Miguel Hernández


LEYENDA DE LA ÚLTIMA ESPERANZA

Poco después de que el mundo fuera sangre, corazón, páncreas, clavícula... Mucho antes de que fuera orilla, sombra, sonrisa… Pasado ya de que la Tierra estuviera a salvo de la mano del hombre, terminado el plazo de nuestro propósito de enmienda, cuenta la leyenda de que Júpiter, abrazado a sus lunas, envió un mensaje a la Tierra: “Desde aquí no se alcanza a ver la magnitud de vuestras cicatrices, espero que los océanos sigan estando donde corresponden, que las montañas y los ríos os sigan guiando, que la nube de polvo que os rodea sea sólo un sueño externo, el velo de una pesadilla innecesaria”
Dicen que, al poco, una voz con eco sobre el vacío más gélido, se desprendió de la Tierra: SOS...¿En qué nos equivocamos: en estar más cerca del Sol que algunos de vosotros o en estar más alejados que otros ?
Termina la leyenda, en que el SOL, que nunca había abusado del hombre, que jamás había intervenido en sus sueños, que nunca le había fallado en proporcionarle luz y calor, tuvo conocimiento de aquella extraña estampa. De que aquel planeta tan azul, tan lleno de nubes giratorias, se convirtiera. de la noche a la mañana, en una esfera grisácea…Y así, atravesando el éter, tendiendo su mano, rebuscó entre aquella espesa niebla tan gélida; con olor a metralla, a óxido humano, con sabor a átomo de uranio, consiguiendo dar con los únicos supervivientes.
Acto seguido, bajó en forma de una pequeña esfera luminosa, concentrando aquí todo su poder de supervivencia. Esfera que fue ofrecida a los humanos como regalo y esperanza.
Y como dijo el refrán y acabando…”La esperanza es lo último que se pierde”… Y, efectivamente, la perdieron. Escondieron tan bien y tanto aquel tesoro, que se olvidaron en dónde lo guardaron. Y allí aguarda, bajo las ruinas de una historia y la soledad de las palabras.