
SOLEDADES DE LA PIEL
Fuiste ventana, nunca puerta,
aljibe bajo el agua,
vacío en la tierra,
mirada que se agacha,
amarillo en los cuerpos,
silencio en la muralla.
Porque te llamas soledad,
y de uno en una te llaman.
Ojos de ausencia, mano cerrada,
niebla que se toca,
piel en la distancia.
Mírate tú, herida.
Abre tu herida, miradla.
Porque las soledades van y vienen,
pero nunca se marchan…
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