
COMO DE TI, LA LLUVIA
Te miré, inquietantemente nube.
Te abracé, dulcemente sueño.
Mi mirada te sigue.
Tu agua en mi pecho desnudo,
descansa.
Te miré como brújula
y como hombre que te alcanza.
¿Si se apagaran los instantes?
¿Si me confundiera de techo
de noche, o de garganta?
Pero no, tu mano asoma
empapada.
Ondulando en el silencio,
como viento que te lleva,
hacia dentro.
Te levantaré en mis manos,
como ese fruto que nos devuelve a la tierra.
Me sumergiré en ti, caracola que despiertas,
cuando me recibes en tus senos
como fuego bajo la nieve.
Y como gota a gota te deshaces,
universo tras universo.
Como de ti, la lluvia.
Como de mí, el viento que te aguarda.
Si me llamas.
Cuando cierro los ojos, y noto cómo desciendes.
Y yo, bajo la tierra sueño, y duermo.
Y amo, y vuelvo.
Y me abrazo a tu agua…
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