06 febrero 2009

PORQUE TU BOCA NUNCA SE EQUIVOCA

*

Porque tu boca nunca se equivoca ni a ciegas
en este océano de amor cuando naufrago

Irresistiblemente, pongo en tus labios dos,
mi dedo, dulces, como el amanecer, vivos.
Y quiebro tu silencio, insisto, mirándonos a los ojos.
Así somos dos, unidad, nuestros cuerpos, susurrando;
aspirando nubes y esperanza a tientas.

Acá quedamos, en solitario.
Allá, el horizonte en su venganza, oropéndola.
Segundo a segundo, viento o cimiento,
mientras que el tiempo nos arrastra a ciegas.

¿ Y si fuéramos los últimos, como humanos ?
Tan testigos como nuestra lucha; la piedra,
ésta que nos da cobijo y atalaya.
A lo lejos la ciudad, en coma, puntos suspensivos de otros.

Porque quiero construir contigo este poema,
una paz sin descanso; con tus besos tendidos como cerca,
territorio de dos almas, un deseo sin alambradas.
Nosotros.

Acá quedamos, en solitario, como incendio sin abrigo.
Allá, la Luna como partícipe de lo lindo.
Tendidos en esta isla tan nuestra.
Muestra y savia de dos mundos que se agitan,
que se levantan, con el labriego de las olas.
Arco iris de tus ojos. Tiemblas.
Horizonte siempre de tus palabras como tiernas.

Irresistiblemente, pongo en tus labios dos,
este poema, a mitad de camino, entre todo lo que tengo
y el mañana de donde venga o a donde vaya.

No hay comentarios: