07 diciembre 2005

EL CAMINO









EL CAMINO










Ayer hundí mi mano en la tierra,
sentí la raíz, la huella, la lluvia,
el abrazo, la caricia desnuda.
Noté su sacudida al abrir la tumba de las hojas,
noté el frío hierro de las sombras,
de las estrellas caídas.
Pero verás… no era polvo, ni agua,
ni grito, ni pregunta…
Era el silencio profundo del río,
era el desmonte, la humedad;
esa grieta en la piedra.
Era la torre del viento,
la nube partida.
Era la distancia,
mi mano que, era sólo una…
Fue tu silueta en el aire,
el paso del tiempo,
ese beso del día a día que reaparece,
el mapa que guardo de tu cuerpo,
aquella flor recién cortada que te entregué como palabra…
Fue tu vientre de madre, el clavel de unos labios.
Era nuestro camino,
el hoy, la pasión que nos habla.
Éramos los dos, ajenos al sonido del horizonte…

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