16 octubre 2005

LA DUDA







LA DUDA







La duda abre sobre mí la mirada del tiempo
y me incrusta ese mundo tan lejano,
ausente, de estrellas vacías.
Esa extraña sombra de palomas negras
que anidan en el muro del silencio.

Cuando te aprieto en mis brazos.
Hablo de la inmortalidad,
del día a día que me ofreces,
de ese sueño que se repite,
que sopla en el jardín de los recuerdos.

De ese viento tan extraño,
Cuando no haya día en que no te nombre,
ni eco impenetrable.
Solos, en ese sueño sin rostro.
Tú y yo, y la duda que nos levante.

Pero no. Mírame !
Y me envuelves en tus húmedos ojos.
Caricia ya, hacia la exactitud de tu rostro.

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