14 diciembre 2007

LUNA Y DESNUDA

*


Porque la tierra estaba seca y la lluvia dormida,
avancé hacia tu mirada como viento que se alarga.

Tú, yo, y la nube.
Tiempo sin horizonte,
ni verbo.
Paraíso bajo la torre de nuestros cuerpos.
Hoy tu mano.
Mañana
Quizás
círculo de tus ojos.
Montaña invisible.
¿No te recuerda este sitio?
¿Este fuego inacabado?
Tu rostro.
Y tu rostro salió a mi encuentro,
Luna y desnuda.

21 septiembre 2007

ENTRE EL VERSO Y LA PALABRA

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El Arco Iris de los Sueños

ENTRE EL VERSO Y LA PALABRA

Quizás fue la palabra
la que vino como ese instante de la nube,
como hueso sin cenizas,
como carne sin orilla.
Quizás fueron palabras como Brisa,
Gélido, Océano que se levanta.
Quizás fue la palabra Auxilio, Grito, Naufragio;
palabras graves, abiertas y al unísono,
las que pernoctaron en el corazón de las aguas,
las que se levantaron contra la tormenta
a ritmo de vacío y de garganta.

Quizás fue el hombre quien las recogiera,
bebiera de su jugo, de sus lunas de yerbabuena.
Y así las fue incrementando:

Vacío
por
Esperanza
Río
por
la Luna que cabalga.
Tristeza por
Madrugada, Madrugada por
Tierra de lengua y ámbar.

Y entre el verso y la palabra recogió las del Poeta.
“¿Qué es poesía? Y tú me lo preguntas…”
¡ Ya tan cerca y tan cerca, bajo la quemadura de la mirada !
Como viento que se arrastra,
Como ave que se aleja…
¿Qué es poesía ? ¡Y ahora el mundo sin rostro ni habla !
¿Si acaso hoy... una gota de lluvia,
una mano tendida, un puño gritando puñales de gritos,
un beso de inmediato, corazón que se introduce
en el arco iris de la carne?

Quizás fue la palabra la que hoy se marchaba
entre el atardecer de los pájaros,
como paisaje a la sombra del infinito.
En forma de señales de agua, de tierra que empezaba.

07 septiembre 2007

COMO CUANDO TUS PUPILAS SE ME ACERCAN

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COMO CUANDO TUS PUPILAS SE ME ACERCAN

Me dirijo al acertijo de tus pupilas.
Puntos suspensivos que se acercan…
Mirada, pecho, mujer.
Infinito tiempo que se abre.
Ánfora de tu piel, de días inmortales.
A cada paso, tu luna se desnuda,
bajo el cielo erecto de tu sonrisa
impregnada en la miel de tus preguntas.

Luz más noche, eres tú.
¡ Y en cada paso, y en cada brisa !
Verso que se acerca rozando tus sentidos.
Mujer en la tierra, sudor en el agua.
Mujer. Sed sobre la hierba.
Porque me miras y te acercas,
Porque me hablas y me abrazas.
Porque me besas sin preguntas inmortales.
Como recién nacidos. Hora tras ola.
Aquí y allí
Y en cada forma sin detalle.

Luz más luz, transparencia de ti;
camino y río,
recuerdo y temblor bajo la noche.
Heme aquí, donde siempre habrá alguien
que te abrace.
¡ Porque me vencieron tus ojos,
sea de tu cuerpo mi batalla !

14 junio 2007

ECLIPSES DE LUNA (ENTRE LA CIUDAD DE LAS PREGUNTAS)

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Fotografía: Victoriano Izquierdo (http://www.victorianoizquierdo.com/)


ECLIPSES DE LUNA
(ENTRE LA CIUDAD DE LAS PREGUNTAS)

Viniste bajo el primer pétalo de la fiebre,
bravío vientre de mar y caracola,
desnuda y sin preguntas.
En recuerdo de tu pubis naciste dolorida,
como ojo que golpea la frente de la duda;
amiga del vacío, de la vieja gravedad
que surgió tras el diluvio de los pájaros.
Viniste de las praderas del cosmos,
como perro que ladraba embozado
y te vas derramando, poco a poco,
ocultando,
mientras tus sueños hablan de montañas y gargantas .
Tú, que nunca quisiste ser poetisa,
ni de la tempestad, ni de la brisa,
hoy das y me conduces hasta mi memoria;
en donde las palabras me empujan
y me empujan…
En donde pasadas las doce,
suman incandescentes los ojos que te buscan.
Eclipse que golpeas y te marchas
como silueta que cabalga las terrazas.
Porque uno llega a darse cuenta pronto,
que el mundo, la sombra, la lucha,
ruedas son de habla, estrellas malheridas,
constelaciones que fabrican los espejos.
Pero frente al mar, nadie se salva de tu mirada.
Mientras…caía la noche sobre la Luna extendida,
ávida de preguntas.
Pero todo era silencio en nuestras manos…

MUNDO Y PROVERBIO

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MUNDO Y PROVERBIO


Porque era el momento de los sueños,
él buscaba la ceniza de sus ojos…

Quizás el mundo nació en abril,
un jueves cualquiera para ser más exactos.
Y llegó el mundo y abrió los ojos…
Azul y encadenado,
Verde y esperando.
Le contaron que era el menor de siete hermanos,
que ya el llanto estaba ocupado,
y la risa, y la metáfora…
Su madre era sinónimo de lo blanco,
horizonte y panorama.
Venía de todo lo alto,
pedacito de desmayo,
nieve que se desmiembra,
lluvia que viaja hacia la tierra.
Aunque su rostro en verdad
nadie lo recuerda,
señalaban que le parecía a la estrella anonimotercera.
Desde oriente a occidente vinieron
y le rindieron pleitesía
Reyes y bastardos,
Cómicos y literatos,
Poetas y bárbaros.
Y todos coincidieron en lo mismo…
¿A quién se le parecía?
¿Si aquella gota de agua en la reserva,
aquel cúmulo de inocencia
de palabras embotelladas,
y llenas de preguntas…?
-¡Tal vez, si yo, si acaso…!
¿Si aquella otra guerra no hubiera nunca empezado… ?
Quizás ese nudo en la garganta como muestra…
de sobras, de oxígeno recalentado, de párpados sin sus ojos.
Pero dejémoslo, que él mismo nos tienda su mirada,
Que nos la anticipe a los cuatro vientos
que ya ni corren por su piel anaranjada;
que se pose entre el lenguaje de los sueños que cabalgan,
entre los libros amontonados,
oxidados por el olvido de las palabras!
Pero no, no tenía ganas de hablar, ni de llorar, ni de nacer,
ni de gritar aquella frase tan amontonada:
“¡Aquí estoy, a vuestras circunstancias,
preparado y listo para saber qué hacer cuando mi pecho se me abra !”
Cuando nació, su corazón tenía la forma de un mundo,
de un nudo, de un árbol, de hecho, inacabado!

30 mayo 2007

GRANADAS SOBRE EL DARRO

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Vista del Río Darro: Roberts David, 1836


GRANADAS SOBRE EL DARRO

Quizás fueron sus ojos, danza de corazones,
yerbabuena de su rostro,
al atardecer de los bermejales;
en donde el tiempo hundía sus sueños,
y el día se retiraba.
Quizás lo hayamos visto, pero nunca tan perdido…
Tenía el cielo una pregunta, por donde su alma se colaba,
bocanadas de lava blanca,
en donde la luz se apagaba.
Quizás fueron sus manos, escarcha de oro y plata,
gitanillo en la guitarra,
de la tierra y otras lágrimas.
Porque era el momento de las naves,
de los labios que abrazaban.
Tenía el verde una pregunta
bajo la canícula del habla.
Porque quizás fueron sus sueños, de oxígeno y amapola,
tenía el silencio una pregunta,
bajo la escucha y el agua…
Un niño que portaba un lucero,
en medio de dos granadas.
Río abajo ya rezaban, ya tocaba la campana,
mientras la Torre de la Vela, gritaba y gritaba!
¿Quizás fueron sus ojos, elefantes que lloraban?
Granada lo enterró a galope,
como una gota en el agua!
*
* En 1515 se comenzó la cubrición del Darro en su primer tramo de Plaza Nueva, sirviendo este ensanche para la instalación del cadalso de la época.

16 mayo 2007

DE LA CIUDAD SIN HABLA (POESÍA A LA ESCUCHA)

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Fotografía: Victoriano Izquierdo


DE LA CIUDAD SIN HABLA (POESÍA A LA ESCUCHA)

"Calle abajo, la luz se estremecía
borracha de niños y de chiquillerías..."

Futuro imperfecto de nacer,
correr, saltar, jugar;
jugar a la muerte en la lejanía.
Faltarán las palabras,
se detendrá,
para reclamar su sexo e inocencia.
No saber, incluso, si algún día
volverán las oscuras golondrinas,
primavera tras la última arquitectura,
bajo la ironía del silencio y de la escucha.
Ciudad que te resistes,
enseñando tu pubis de cemento y abismo.
Frío adentro, cambiarás tus entrañas por el tiempo
mientras el calor te espera
a golpe de martillo y de murciélagos.
Poco tiempo después, pasará ese tiempo;
y como futuro imperfecto ya…
“Volviere, amare, proveyere”
como un pájaro cualquiera, o una hoja escrita en blanco
y en donde pusiera: ¿Qué será de entonces,
de este presente, en donde el olvido
ha hundido su voz y grita ausente?
Porque el pasado sigue al polvo,
Tú sabías a hierro dulce y amapola.
Te recuerdo así, desnuda,
como pidiendo un corazón para la lluvia.
-Mi pequeña poesía-

25 abril 2007

PECHOS DE LUNA Y COBRE

*

PECHOS DE LUNA Y COBRE

Nació hueso sin su carne mientras el viento
se hizo en la noche.
Y era mar… Y un brazo…
Luna de cielo y cobre;
fuego que exonera,
sexo transparente,
ojo único tras la tormenta,
beso de nieve y hambre;
huella sin viento,
mejilla blanca,
círculo que se rompe,
mar que se alza y naufraga
y vuelve al atómo de los sueños.
Era fuerza y muralla que renace,
pañuelo rojo tras los párpados de la noche,
ojos negros y vientre blanco,
horizonte;
piedra y poema que respiran,
sueño tras los sueños;
Amor, insomnio,
azul metáfora en el agua,
miedo de los dioses y los adioses.
El alma…¿Para quién?
Eran amor… Y era frío…
Súplica y montaña,
sed de ser y agua que nunca descansa,
blancura que se esconde y se abre;
labios rojos bajo sus dientes tallados.
-¿Si vivirán o morirán,
de quién depende?
(Le dijo el día a la noche)

23 abril 2007

BAJO LA NAVE DE TU ROSTRO

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BAJO LA NAVE DE TU ROSTRO

A menudo en tu mundo y en instante me convierto,
del árbol a la hoja, y tras la hoja el universo;
libro blanco sobre sueño abierto.
Mi pensamiento en ti, termina y reaparece,
bajo palabras en laberinto, nudos de mi sangre,
formando cúmulos de poemas que se abren.

Voz al principio, viento al que me dirijo,
aquí en el poema, interrogante.
¡Ay, verlo crecer! ¡Asirse a unos labios!
Los tuyos, enraizados; mezcla de mirada y de pensamiento,
infinito tras el tiempo que se aparta.
Puedo morir, pero nunca aquí
ni bajo ese instante que me habla.

Ya en la noche, mientras tu cuerpo se me acerca;
mientras tus ojos engañan a la luz,
donde siempre tengo patria,
sueño reclinado en ti,
mientras la vida se me acaba.
Y te veo altiva, mariposa, en esencia,
naturaleza tras la savia,
piel que me detienes, el mañana.

¿Sabes…? Vivo en ti, silenciosa y estancia, estrella
sobre estrella que me llama.
Ocultando mi voz, pero palabra tras palabra,
formando y deshaciendo el estruendo;
ocultándome en tu memoria, vivo
y me resisto, invocando al tiempo,
unidad de la que me libero,
de cara al horizonte, ese beso…
bajo el mismo aliento del relámpago.
Porque en ti, unas manos, marcho del olvido
a la nave de tu rostro, manuscrito al viento.
Tras la hoja, el libro. El encuentro al que me abrazo.

18 abril 2007

AQUÍ, ALLÍ Y BAJO LA HOJA

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AQUÍ, ALLÍ Y BAJO LA HOJA

Un hombre solo, aparentemente vestido con sus sueños,
harapos del mañana que le recuerdan,
laberinto del jamás cuando el poema se esconde,
aprieta sus labios contra la noche invisible
mirando hacia el sol que le aprisiona;
rayando sus párpados,
abrasando sus ojos cerrados bajo el infinito.
A esa distancia inalcanzable,
piensa, deduce, acumula calor y frío
tras el silencio de la noche que le previene.
¿Llegará la palabra a su boca, recogida tras la tormenta que le nombra?
¿Llegará esa sílaba inacaba, que muere y renace,
al abrigo el pecho que le ronda?
Como ese verso como cuerda de guitarra,
como ese árbol solitario,
que engaña a la luz, que se aferra a la montaña
buscando el eco de la escucha,
bebiendo de la escarcha de sus párpados
que yacen bajo el polvo de la nieve.
Y detrás…montones de montañas se revelan
se agotan tras la lluvia de sus sombras.
Piel sobre la piel y por la que la tierra bebe
bocanadas de metáforas y escorrentías.
Pero no, hoy no llega, hoy no viene, ni ese acento sobre el hiato…
-Mía!
Esa voz que alza.
Fragmento de ese viento azulado.
Dulce compañía.
Abrazando la lluvia.
Abrazando su vida con la suya.
-Ay, poesía!
¿Tan pesado era su pecho en el vacío?
Un hombre solo, aparentemente abriéndose de manos,
atado a su sangre,
recogiendo ese algo,
balbuceando en distintas lenguas que se amontonan…
-¡Porque sabes que vivo, aquí, allí y bajo la hoja!

22 febrero 2007

ENTRE EL PAISAJE Y TU MIRADA

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ENTRE EL PAISAJE Y TU MIRADA
>:<

Como viajero en la distancia,
puntos suspensivos…

Al paisaje que respiro,
al boca a boca de tu espacio.
Delante de mí el silencio,
el río que resbala mal herido.
Sobre mí el eco del paisaje,
rebosa;
me induce y seduce desde dentro hacia fuera
y viceversa.
Bajo el desnudo de los árboles,
sobre el color que duerme,
y muerde aletargado.
Sin bandera ni quemadura,
invadido por el oxígeno de la calma,
validado por la mirada.
Allá un punto,
acá tus labios.
Fue el momento de acercarme,
de tocar su madrugada.
Azul en un punto.
Como reluciente rostro agrupado
reordenado en mil metáforas.

Respirar!
Respirar!
Respirar con ansia!
De ti que me acompañas.
Me arrastras hacia tus pasos
mientras que la luz se estanca,
se retuerce entre las ramas.
Resbala, aguas abajo.
En secreto, verde.
Como criatura y pecho que despides
Amor y fin del mundo.
Como punto y aparte
de ese mundo adyacente
que duerme entre los troncos,
en sueños que nunca duermen,
en palabras derretidas,
en hojas que se desvanecen
y deshacen las preguntas.
Quizás fue el aire o quizás la nube bajo el agua
quien me atrajo hacia el fósforo de tu mirada.
Hierba, bajo la hierba. De repente
un ruido, un crujir de pasos,
para ver que todo se había desvanecido y estaba
intacto.
Enmarcado y listo para el recuerdo.
Bajo el beso de tu abrazo!

14 febrero 2007

14 VERSOS PARA UNA ESTRELLA

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14 VERSOS PARA UNA ESTRELLA
 
Eres tú, y a tu lado azul inmenso,
infinito tras la nieve de tus párpados.
Extenso paisaje que desbordas, esa figura temblorosa.
Como estos catorce versos que me empujan
a ahogarme en tu sed, tras beber de tu niebla.
Indeleble pregunta al abrigo de tus manos,
piel antes de que fuéramos
como dos versos recién caídos,
como dos labios recién sellados,
hablados y amados.
Gota tras la nube que abandona
y vuelve a tu lado, al amparo de tus horas.
Cristal de nieve, bajo el cristal de roca.
Corazón de corazones. Por ese beso que me toca.

31 enero 2007

CALIBRE 33

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CALIBRE 33

Yo quizás, tú mientras me miras,
sin reglas, ni paisajes ciegos.
Adormecido en ti, cataratas de sueños.
Sin buscarlo lo encuentro,
ese pensamiento, ese tú y yo como nuestro:
piel, temblor, sin tiempo…