30 enero 2006

METÁFORA TRAS LA NOCHE
















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¡Pero qué amparada se nos mostró la noche, cómo se enredó entre nuestras miradas!
Y así, día tras día, nos abraza,
nos acerca y nos releva. Nos agota. Nos inunda.
Como cuando predice el árbol el silencio en la distancia;
desliza su piel, su mano, sus inmortales párpados tras el laberinto de la sombra...
Para verlo todo distinto, segundo a segundo.
Allí donde nos refugiábamos incluso,
en donde nos amamos alejándonos del frío impreciso,
bajo la fórmula de la luz incandescente.
Tras su rastro, la del sueño que te ofrece
como tiempo sin techo ni mordedura.
Como esta metáfora que te deslumbra…
Amarilla y roja, bajo el azul oscuridad que te pregunta;
tras esa respuesta de lo que significaría…
Un quizás. Bajo las mil estrellas que se juntan.

28 enero 2006

VIENTO Y MIRADA









VIENTO Y MIRADA











Sobre todo, viento, sobre todo…
El azul en el aire,
y el corazón que no pare.
Así como puño,
Así como hambre.

Sobre todo, viento, sobre todo…
El blanco en la nieve,
y el rojo en la sangre.
Así como tiempo,
Así como tarde.

27 enero 2006

MONTAÑA ENROJECIDA






MONTAÑA ENROJECIDA







Aquí está la montaña, ni tan lejos, ni vencida.
Aquí está la montaña, enaltecida, blanca y dorada;
circundada por el azul de la escritura.

Allí voy y de allí vengo.
Como hombre invisible que se acerca.
Como pájaro tras el eco de la niebla.
Silencio a silencio, me repito.
Me dirijo a ti misma, como voz;
como tejido sin tiempo ni memoria;
como paso y criatura de la tierra.

Aquí estoy, abrazado a tu paisaje,
en medio del eco y de la piedra.

Pero yo busco tus labios…Tu sed
cuando me abrazas con el aire.
Pero tu buscas mis ojos…Mi mirada
cuando te abrazo como el agua.

26 enero 2006

AQUÍ, DONDE QUEDAMOS










AQUÍ, DONDE QUEDAMOS










Hoy sólo quiero
dejar el mundo que se abra,
vaciar la sombra de la nada,
destruir su arquitectura,
construirla bajo el agua;
ya sin tierra ni nostalgia.

Vaciar mis manos;
mis ojos de palabras.
Ser sólo una pregunta en el aire.
¿Yo, frente a tu agua?
Y poema a poema, declararme.

Pero entonces, ya como hombre.
Como océano que te habla.
Desde aquí, ya sin distancia.

Porque hoy sólo quiero,
dejar el mundo que se abra.
Tocar lo invisible de tu alma.
Enseñarte mi patria.
Y llegarás al corazón de mi viento
o a mi recuerdo.
Aquí, donde quedamos.

25 enero 2006

COMO PAISAJE EN EL AIRE





COMO PAISAJE
EN EL AIRE







Primero fue la voz, detrás vino la distancia;
el eco mágico de las palabras,
esa forma de agruparlas…
De una en una, “Tú… yo…”
De dos en dos, Tú y yo”
Del infinito a lo único, “Tú como yo”
Amor contra el odio,
pecho contra espalda,
el amor contra la nada...

Primero fue tu voz, temblorosa y helada,
como cristal que nace tras el silencio de la carne…
Después vinieron el hueso y el ave,
el miedo y la distancia,
el azul y la sangre,
el viento y el agua.
Todo, todos unidos bajo el lenguaje.
Como en este paisaje…

24 enero 2006

LOS COLORES DEL VIENTO







LOS COLORES DEL VIENTO








Quisiera abrir lo desconocido, impugnar esa muerte;
desplegar los colores de repente…
El azul sobre ti. El verde, a campo abierto.
Detener el rojo atardecer. El paisaje sobre el silencio.
El de la madrugada cuando regresa de su abismo,
tras el comienzo. Ese viento…

¿Soy yo, o arrancado de mí mismo...?
¿Acaso un refugio en el aire, ese espejo tras la profundidad?
Porque siempre me desnudo tras de ti, y vuelvo y aparezco.
Como el ébano sobre la noche,
como sendero que comienza tras la niebla.
Como ésta a la que llamo, mano desnuda, a secas.
la que te acaricia cuando regresas.

Y nos volvemos para detener el tiempo,
ya, bajo la desnudez de la noche y el refugio de lo que nos pertenece.
¡Como ese viento, azul y verde…!

22 enero 2006

PREÁMBULO DE TI









PREÁMBULO DE TI










Aquí, la palabra es azul y el tiempo invisible.
¿No notas mi mano, tras el paisaje táctil,
agrupando noches, inventando mundos que se abren?
Para recordarte. Para acercarte lo inmediato
a lo infinito. Lo cotidiano al techo de lo eterno.
Aquí, la palabra es escrita con el trazo de los sueños.
No hay frío invierno, y como viento en el vacío te pretendo.
Del Sur cuando de ti nazco y me enredo sobre tu tiempo.
Aquí, la palabra viaja sobre tu estallido, ese refugio
donde te espero bajo el silencio, como libro abierto,
como hoja que se eleva como paloma de tus brazos.
Como este sueño no terminado…

20 enero 2006

TRAS LA SED DEL AGUA







TRAS LA SED DEL AGUA







Sé, el viento que retorna;
el que traspasa la nube
y nos devuelve a los ojos.

Que comienza en las palabras,
Que termina en las palabras.

Porque alguien le gritó a lo lejos...
-¡Mientras haya silencios!
(Y enseñó ese pensamiento al aire)

Pero no. ¡Así no!
Porque mientras que exista una parada en los labios,
Una ráfaga de habla
(Esta manera de abrazarnos)
Un rastro de perfume hacia tu desnudez.

¡Habla! Ama, hasta que se incline la balanza,
para tocar ese abismo tras el sueño;
ya en forma de pregunta o de mirada.
Como el agua…

19 enero 2006

MI MUNDO A MANO










MI MUNDO A MANO









Te presento a mi mundo:
Esta mano, esta otra…
El deseo de apretarlas,
de llenarlas de palabras.
Dejar que el agua…
Quizás te hablen,
te digan algo o parecido
a un segundo,
a una entrega,
a una tierra desnuda.

El deseo incontable
de averiguar lo que nunca pasa.
De navegar por ese paisaje azul,
de tocar la nada,
de latir junto al Universo,
de gritar hacia afuera de tus huesos.

Y si no podemos…
Soñar con tus ojos.
Contar con ellos.
Repetir un día y otro
y llegar hasta el comienzo,
sobre una mano tras otra.

Te presento a mi mundo:
Esta mano que tantas veces se equivoca.
Pero aquí está la otra…
¡Y una palabra en la boca!

RENACIMIENTO







RENACIMIENTO







Una palabra.
Dos.
Amor.
Sólo dos.
Faltas tú.
Sólo Ella.
Ese beso
bajo la nieve.
Nuestra huella.

18 enero 2006

ENTRE INTERROGANTES














ENTRE INTERROGANTES

No quisiera que mis versos terminaran sólo en palabras,
ni en ninguna tierra seca sobre el agua.
De todo cuanto salga… (amarillo, verde o naranja)
tocadlo, respiradlo, cuestionadlo.

No quisiera ni que este último poema quedara impune,
ni huérfano de mi estancia;
cosido a un libro, sobre la página veintitantos…

No quisiera, no; ni verlo, ni quererlo, ni alejado, ni alejarme,
como silencio de un grito, como remedio de mi tuétano.
Sino que llenase vacíos, que anudara todo habla desarticulada,
Sílaba a sílaba. Palabra a palabra. ¡Palabra!
Que traspasara, muralla a muralla, como esa ola gigante,
ese viento que aguarda tras el cansancio.
Y si por ahí no cabe, no se deduce que ni siquiera existí...
¡Perdonadme!
Porque entonces, nunca dejaré de ser poeta.
Y volveré a empezar de nuevo, en forma de piedra,
de mundo, de oleaje.
¿Quién sabe, hasta dónde llega esta magia en forma de mano,
de paisaje...?
¡Perdón por lo de antes!
¿Pero quién habla de adiós, si aún ni he nacido?

17 enero 2006

¿AZUL O PIEDRA?







¿AZUL O PIEDRA?








No habrá silencio ni escucha, si acaso miradas.
Palabras derramadas como Viento y Aire,
Azul y Agua…
No habrá silencio ni escucha, ni esas otras palabras
jamás pronunciadas que aguardan bajo la tierra.
Y que continuamente nos gritan, sin saber hacia dónde,
sino tan cerca.
Porque no habrá silencio, ni viento para detenerlas;
Ni piedra donde cobijarse, porque no habrá camino
ni pasado, como todo esto desaparezca.
Porque aquí sólo falta esa gota de lluvia.
Esa sustancia que se convierte en estancia.
Tan diminuta como la transparencia que nos deja.
¡Ahora o nunca!
¿Azul o piedra?

A NADIE






A NADIE








Pienso yo…
¿Si fuera sólo pensar,
robarle al alma,
rayarla, desgastarla…?

¿Asomarse a las palabras
desde este paisaje,
tan oculto,
como desconocido...?

Pienso yo…
Y a veces me pregunto…
¿Si acaso existo detrás de ese árbol;
detrás de este corazón
que se cierra y se abre?

¡Que come tierra,
que bebe tierra!
Digo amor, detrás de esta palabra
Amor.
Porque somos millones y a veces nadie…

AZUL SOBRE TI






AZUL SOBRE TI







Podría dejar el mundo así, tal y como me lo encontré…
Como un color azul, tirando a grisáceo!
Arrebatarle los sueños y ocultarme en lo desconocido.
Podría difuminarme o podría confundirme
entre las palabras jamás pronunciadas y el aire.
Desarrollar ese tacto innato de recién nacido.
Beber del tiempo o ahogarme en el tiempo
mientras discuto con los segundos.
-“Porque yo estaba antes”, me dicen…
- “Y yo, y yo…”
Y tantos otros mundos que ahora desconozco!
Parece que el color no llega, pero segundo a segundo
estás descomponiendo ese fuego,
esa llamarada roja bajo la sangre,
apretando esta mano, ahora en forma de puño!
Pero esa mano…
Ésta, tu mano…cuenta y no cuenta, porque nunca falla;
nunca antepone los segundos
ni lo eterno,
ni las noches cuando nos desnuda ese mundo.
Porque ahí estás y así te quedas,
inundado,
como viento sin paisaje.
Pero hoy no. Hoy quiero un poco más de ti.
Este azul al que le llamo mujer o siempre.
Entre mis brazos y el comienzo.
Como este poema desde donde salgo.
Azul sobre ti. En silencio…

15 enero 2006

COMO HERIDA EN LA NUBE







COMO HERIDA EN LA NUBE







¿Qué haría yo, viento, sin ti?
En la noche te nombro
como herida que desata la nube.
¿Pero de quién es el aire?
¿De quién es el mundo?
A lo lejos oigo ese nudo.
Ese instante cuando aprietas el puño.
Y el silencio fluye. Y el corazón surge.
Y te escucho. Y te acaricio.
Allí donde tu cuerpo me ofreces;
como ave, como persiguiendo tu latido.

13 enero 2006

DEL AIRE AQUÍ









DEL AIRE AQUÍ










Sólo me faltas tú. Recordar el camino
donde desaparece.

Esa muerte… Ese nacimiento en ti,
entre la noche y la mirada de lo eterno.

Sólo me faltas tú,
porque fuimos beso antes que fuego.
Sed antes que instante. Sueño antes que vuelo.
Mirada a lo lejos desde tu estancia.
Aquí donde no hay cuerpo, ahora renazco
cerca de tus ojos
hacia estas diminutas palabras.

¿No ves lo que yo veo sin mirarte?

Déjame acompañarte con mis pasos,
que complete este círculo incompleto.
Porque sólo me faltas tú, esa gota en el tiempo,
esa mirada adyacente que descansa en los sueños.

¿No ves lo que yo veo sin mirarte?

El cansancio de ese paisaje
que aparece
y desaparece.

Porque sólo me faltas tú.

Sé voz y yo viento.

EN TU DIARIO






EN TU DIARIO







Tú nunca te equivocas, porque amas,
porque nunca señalas con tu simulacro.
Sobrevives en ti, marcando tus sueños
entre lo infinito y lo diario. Y perdonas,
recibiéndolo todo con los brazos.
El mundo y la nada.
El beso y la distancia.
El agua y la mano acariciada.
Tú nunca te equivocas, porque naces
al abrir y cerrar los ojos, y vuelves;
y te revuelves amando o a nado,
sobre las tempestades de lo cotidiano.
Si me echara en tus manos, si me alcanzaran…
Como hambre, como hombre, como geometría
que se desliza, poco a poco, cuerpo a cuerpo,
de dentro hacia afuera. Si estuviera, yo, dentro de ti.
Rodeado, por ese mundo que me señalas.
Isla tras isla, como archipiélago de tus labios.
Me aferro. No como horizonte. Sí como viaje.
Como esta Luna que me aplasta tan inevitable.
Porque nunca te equivocas cuando amas,
con la mirada misma, con el peso mínimo
de un día tras otro. Ahora así, como esta noche
que ha surgido de la nada; como mundo imaginario,
alrededor de tu nombre…
¿Serás amor o este sueño que me habla?
Cara a cara. ¡Temblando por recorrer nuestras palabras!

09 enero 2006

INTROITO









INTROITO










Cada vez que me sumerjo mar adentro,
pienso que dejo algo sin secreto;
quizás esa lejanía que nos separa de los barcos,
o la distancia sacada de los brazos,
o ese adiós que nos separa de los pasos.

Cada vez que me sumerjo mar adentro,
rompo en mil pedazos
los tréboles que acaban con los sueños;
con los sueños que comienzan con los barcos.

A TU ALCANCE







A TU ALCANCE







Si alcanzara la nube, ya no sería sueño
sólo agua.
Si alcanzara los sueños, ya no serían sueños
sino nube bajo el agua.
Si alcanzara tu boca...
Ya nada más me importaría,
ni la sed, ni la nube,
ni ese sueño tras la distancia.
Y viviría en ti, en el árbol de tus labios
donde la noche recoge, fragmento a fragmento
el silencio de tus palabras,
signo inequívoco de lo alcanzable.

03 enero 2006

DISTANCIA IMPRONUNCIABLE
















Si existiera la cara oculta de los sueños, ese espejo invisible;
si viviera en ese corazón abierto, burbuja de ti,
si creciera como este poema titubeante, apenas unido
por lo pronunciable…
Si cruzara esa puerta tras la ventana, ese paisaje atrapado
en el infinito, como rostro incandescente…
Me abrazaría a la lluvia, al árbol de tus labios;
correríamos bajo la tormenta desnuda,
a la espera de que, una tras otra explotasen las estrellas.
Como esa primera vez que apareció de repente,
y a la que le siguieron mil batallas de amor,
mil preguntas, mil silencios, mil acordes,
mil recuerdos impregnados de ti, mariposa de la noche.
Si existiera ese sueño inmortal por donde cruzan los sentidos
a galope…
Porque es tu vacío el que me ocupa,
ocupa en mí todo su alcance, esa distancia impronunciable.