30 enero 2006

METÁFORA TRAS LA NOCHE
















-
*
¡Pero qué amparada se nos mostró la noche, cómo se enredó entre nuestras miradas!
Y así, día tras día, nos abraza,
nos acerca y nos releva. Nos agota. Nos inunda.
Como cuando predice el árbol el silencio en la distancia;
desliza su piel, su mano, sus inmortales párpados tras el laberinto de la sombra...
Para verlo todo distinto, segundo a segundo.
Allí donde nos refugiábamos incluso,
en donde nos amamos alejándonos del frío impreciso,
bajo la fórmula de la luz incandescente.
Tras su rastro, la del sueño que te ofrece
como tiempo sin techo ni mordedura.
Como esta metáfora que te deslumbra…
Amarilla y roja, bajo el azul oscuridad que te pregunta;
tras esa respuesta de lo que significaría…
Un quizás. Bajo las mil estrellas que se juntan.

No hay comentarios: