29 enero 2010

DELANTE DE LA PALABRA TIEMPO

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DELANTE DE LA PALABRA TIEMPO

Aprendemos del pasado que el tiempo es indestructible;
que sabe a mar, amar; por detrás y por delante de lo invisible.
Aprendemos del pasado a contar las horas y a olvidarlas,
los latidos que nos faltan hasta el relevo de la madrugada.

Equivocado o no el camino, es difícil comprenderlo,
que el tiempo tiende a cero, que no es por sí imprescindible.
Porque es verdad que el tiempo, ni vive ni muere,
ni implora, ni vuelve…
Como la savia de la sierpe,
como la luz que duerme bajo la nieve.

Con todo, algo lo sustenta: El camino, la lluvia,
el sol; cuanto absorbe la luna de blanco…
Su cuerpo inequívoco, la esperanza del árbol.

28 enero 2010

TRAS LA OLA DORADA

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TRAS LA OLA DORADA

A la voz de ya, veloz y viajera,
bajo la sed de los sentidos, epicentro del paisaje;
el viento a quemarropa, del agua desmayo,
te abres y te ocultas como verso tras la escucha.

Como gaviota que irrumpe tras los sueños,
ya despiertas, rumbo al viento que navega.
Vértigo del capricho, latido tras la arena,
materia de la luz, sierpe de lo huido.
Látigo de los sentidos que se humedecen.

Entre el pecho de los surcos, encadenada,
vas y vienes; regresas y te acercas;
ebria de plata, hebra de frío, hembra de todos los gritos.
Dorada al viento, ahora del ocaso.
Como tiempo detenido.
Irrepetible puerto que duerme en carne viva.

22 enero 2010

DE NOMBRE, LIBERTAD

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DE NOMBRE, LIBERTAD

Y te llaman LIBERTAD en el nombre de los mortales…
Y ves, y vas, y de repente vienes,
pálida, enjuta, a cada llamarada, a cada revuelta del futuro.
Rosa de los vientos, espina inacabada.
Palabra más que basada en el pasado.
A veces hasta ciega, invisible paloma;
ángel de lo imposible, parturienta nieve.
Musa de los poetas, carne al viento del pueblo llano.
Herida de las injusticias más sobresalientes.
A cada bocado, a cada diente,
a cada fragmento de la muerte innecesaria.

Libertad, frágil lapso, inocencia a la deriva.
Tú, que te conviertes en húmeda pesadilla,
ave gélida, alas que se cierran, punto de partida.
De manos, de puños y abrazos; palabras sin retina;
para los de abajo, para los de arriba.
Idem tras idem, metralla tras batalla.
A palabra convertida. Vuelo tras vuelo.
Cruce de caminos.

Libertad hacia afuera, libertad como la lluvia;
desnudo fuego con olor a musgo, a quemadura;
ternura, dinamita, sinónimo de lo anónimo...
¡ Ay si fueras libertad de la vida !

20 enero 2010

COMO DOS AMANTES

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COMO DOS AMANTES

No lejos de aquí, bajo esta misma mirada,
pegado al círculo de lo cotidiano,
bajo el punto y coma de la sombra;
dejo la palabra PAZ para que abra túneles y gargantas.

Paz, de todos los colores, bajo este blanco y negro puño del peldaño.
Palabra al fin y al cabo, pero nunca desorientada.
Que se gana y pierde;
que sube y baja, que baja y anda...
Que entre la fragilidad se oculta en llamarada.

Y desde aquí, reclamo su tesoro. El cristalino limpio de sus ojos.
Mirada al fin inacabada. A la postre de carne y habla.

No lejos de aquí, como dos amantes: El Silencio y el Agua.

05 enero 2010

A MI MADRE

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A MI MADRE
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Echaré de menos sus manos,
el refugio infinito de sus ojos,
su rostro diminuto, florecida carne.
Su vientre que me llevó en el recuerdo,
mis sueños sobre su frente inacaba.
 
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Aquella flor a campo abierto.
Primavera de los corazones,
cristal en la herida,
vida de los últimos abrazos.
Azul abierto.
Mis sueños sobre su frente adormecida.
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Echaré de menos su despedida,
su dormida huella,
su beso antes de la escucha.
Aquí y ahora, como flecha sin cuerpo,
bajo el inmenso dolor del vacío inundado.
Cristal y espejo de la nada.
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Con el dolor aún detenido,
bajo el misterio de la sangre que palpita,
así lo digo:
¡ Ay del adiós y de la vida !

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 Descansa en paz, madre

03 enero 2010

SOBRE EL CORAZÓN DEL AGUA

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SOBRE EL CORAZÓN DEL AGUA


Lágrima insaciable donde ni las haya, invisible velo que el viento regurcita;
a cada pregunta, sedienta sombra.
Cuerpo que besa, que nunca arropa ni abraza.
Alrededor de los ojos, de las montañas, adherida a los sueños de los mortales.
Como si fueras muda, letargo, ojo o cíclope de la luna sin paisaje.
Cristal de la nada, osamenta del océano que se levanta. Cal tras la miseria,
impotencia tras la muerte. Cálido latido a hembra, germen inhumano.
Aquí, a cada lado, a cada paso, a cada costado tras la escarcha.
Corazón del agua...Con razón te amamos, te bendecimos, te odiamos;
como hija de la herida que eres, fragancia de la acústica catarata.
Allí, de rodillas, como doblada hacia el filo de tu vientre.
Aquí, arrogante, sencilla en poesía y alma; con tu sudor a cuestas, te levantas.
Ingrávida como el arco iris de los sueños sin arquitecto,
vas y desapareces en el océano de los mortales.
Como caudalosa muerte o paz, sin tiempo ni habla, como sangre interminable.
Corazón que se encoge y/o agranda hasta el límite de lo innecesario.
De ésta, tu tierra acorazada. Azul y verde coraza.
¿Qué lograrás habitando en el pulso de las caracolas?
Como ola vencida, recién parida.
Diminuta longitud que se detiene tras la ingravidez del silencio,
bajo el fuego de las nubes. Corazón que tiembla.