28 diciembre 2006

CUANDO EL MUNDO SE CIERRA Y LAS PALABRAS SE DETIENEN

*

Le hablo al mundo como si fuera
arista de los sueños.
Me duele mirarle a la cara,
observar sus alas.
Caídas.
De acero.
Gris por dentro.
Gélido a pesar de ese calentamiento
precedido por las palabras.
Quisiera arrojar este martillo contra los sueños,
romper su hábitat acristalado.
Prolongarlo hasta doblarlo.
Más allá,
o más acá…
¡Qué más da si la palabra está cansada!
Tanto como estos versos
que circundan la esperanza.
Porque, allí estaba…
Por aquí andaba. Anda.
En forma de refugio al aire,
de cielo sin lágrimas acentuadas.
Pero no!
¿O acaso sí
merece la pena
abrir y cerrar los ojos
para dejarlo todo como estaba,
abandonado en lo intangible?
Oscuridad antes de que se reflejara.
Azul como la Tierra.
Palabras que se encienden y apagan.
Que se traducen en sueños,
en realidades.
En esos últimos tic-tac del Titánic.
¡Pero no!
¿O acaso sí, pasamos ya por aquí,
antes de desvanecernos?
De retroceder de donde venimos,
a donde vamos sin saberlo mientras nos alejamos.
Mostrándonos erguidos,
ausentes.
Soslayando ese mío como tuyo,
como árbol que abre sus manos bajo la tormenta.
Como ese relámpago ciego,
al que no le importa el destino, su voltaje,
ni el impacto tras la muerte.
Pero no.
No hablo de muerte, sino de palabras cobardes.
Esas que no pronunciamos nunca ni detrás ni delante.
Con cada silencio. A cada paso por adelantado y que no damos.
En cada instante en que el vacío nos las arrebata.
Pero no! No basta con predecir las palabras
ni predicarlas !

Habrá que volver a intentarlo mil y dos veces.
Y a la tercera…
Soñar para que se nos repita hasta en el aliento.
Agarrarlo. Agarrarse a ese hálito que nos señala.
Me duele el mundo como si estallara en un solo pedazo.
Y miro hacia el Norte.
Y veo las calles del Sur abarrotadas,
pidiendo clemencia contra el léxico del hambre.
Veo gente que habla, que parpadea
en deseos de dejarlo. De gritar. De gritar más lejos.
Y escucho el eco del silencio, bajo una y mil parábolas.
Ventanas que han desaparecido. Puertas que no abren.
Acomodándose. Acomodándonos a ese silencio
que nos grita por dentro.
¡Corre y háblate, háblale ! ¡Pronuncia esa palabra...!

21 junio 2006

BUSCANDO ESA PALABRA







BUSCANDO ESA PALABRA







Hoy he vuelto a la palabra,
esa que odian los pájaros.
De garganta en garganta,
o como cuando regresan de sus cantos.
He vuelto para acariciarla,
para masticarla si hiciera falta.
Porque era su voz y no era,
llena de interrogantes.

Para llegar a ella,
sólo quedaba el silencio.
La alerta. Escucharla.
Sobre esta ciudad que nos rodea
bajo el ruido de las horas.
De las cosas. De las máquinas.

Hoy he vuelto a la palabra,
ya sin medidas ni cansancio.
Por el lecho bajaba el río,
como escuchando bajo los álamos.
Por el lecho baja el frío,
como durmiendo bajo las aguas.

¿Camino, horizonte, o barco?
Andar, o como si fuera andando por el agua.
Bajo el paisaje de la nieve
esconde la luna un milagro.

Hoy he vuelto a la palabra.
Para buscarla.
Allá donde se esconda o haya.

Mientras… bajo la noche, gota a gota,
dormían los relámpagos.
Entonces fue cuando la ví,
allí tendida, bajo la frontera del latido
y húmeda. Acurrucada. Erguida.
En forma de paisaje y habla.

26 mayo 2006

PAISAJE







PAISAJE
(Fotografía: Atardecer sobre la Alfaguara)







Camino que se hace, como el verde,
el árbol que nos habla, esa luz que nos llama,
que es llama cuando nace. Camino arriba,
tras la roca. Esa señal inequívoca,
de sombra tras la sombra.
¿Por qué la noche?
¿Por qué no el azul que era?

Contaba la luz una sonrisa,
de plata como ella misma.
Porque hemos crecido,
amado, rodeado hasta su llanto.
Cuando el silencio se avecina,
siempre decimos ¡basta!
Pero ni una palabra…

Yo estaba caminando, luchando contra la Luna.
Ella era pequeña y grande y volaba sobre mis hombros.
Camino arriba, tras la sombra,
donde la luz se enciende en mil pedazos.

Camino que se hace, como la nieve,
el árbol que se agranda.
Tenía la tarde una pregunta,
con pisadas sobre la hierba.
¿Por qué la noche?
¿Por qué no el azul que habla?

01 mayo 2006

DIÁLOGOS DEL SUR





DIÁLOGOS DEL SUR
(Foto: Cima asomando de la Alcazaba, como a media palabra, vista desde los Campos de Otero de Sierra Nevada)


Dejad que hoy cuente, hasta cinco o hasta siempre…
El azul, el latido, el silencio, el blanco, el verde...
El laberinto de los ojos, el de los días que se nos aparecen!
Dejad que deje el negro para lo de siempre…
El zaguán, la noche, el arco, el sueño abandonado;
el poema que nace, como diciendo labios tras la nieve.
Dejad y dejadme hablaros de lo que nos pertenece...
De la lluvia, de la tierra, de la atalaya, de la nube que se acerca.
De esa diminuta fractura y rutina con la que aparece.
En la ciudad, el hombre, el eco que nos cierra.
Como buscando y buscando, el horizonte tras la tierra.
O ese otro ¿hacia dónde? en este paisaje,
o en ese otro camuflado entre vosotros.
Dejad que hoy os llame, que os abrace,
Que ponga puntos suspensivos, en donde,
hasta hace sólo unos instantes, ni siquiera había camino
ni certeza…
Dejad que hoy os cuente hasta cinco o hasta siempre.
Que penetren mis palabras en el azufre de la herida,
en la roca que se adapta.
¡Dejad, dejad que hoy llore bajo la lluvia de la sombra!
Que me pregunte…¿ Y el Sur, entonces?
Pues aquí, entre el silencio y el habla…

28 abril 2006

ASOMARSE AL AIRE







ASOMARSE AL AIRE







Quizás, ese otro mundo al que nos asomamos;
del que sobresalen las esquinas,
los huesos, las manos.
La palabra stop pintada,
una a cada lado de la mentira de los ojos;
ciencia cierta y exacta, camuflada entre el libro de los párpados.
Quizás mañana, el hoy exista, amparado
en el verde, en la brisa, en esa carátula
que nos bajamos, desde el azul, a la vista del alma.
Amor, tras la prisa. La ciudad. El movimiento.
Los ríos que la recorren, de arriba abajo,
de izquierda a derecha,
de la nieve a lo negro; sobre lo estanco.
Asfalto, sobre nuestros pasos.
Una huella más por donde equivocarnos.
Cuarenta y tantos grados a la sombra,
tras la ola de frío que nos abrasa.
Calor, calor, pero basta!
De abrazarnos, de colisionar sin sentido.
A las cosas. Contra el almanaque grasiento
cuyos números descansan sobre ese otro pensamiento interno.
“¡Ya nunca jamás volveré a intentarlo!”
-Esa mirada hacia atrás…!-
Y llega el siguiente día y te obedece.
Pasa de ti, como latitud inexacta.
Como marabunta de pequeños pasos tras los sueños.
Unos los alcanzas,
otros ni llegas a colocarlos por orden de estancia.
Pero de eso se trata. De caminar hacia delante.
Puente sobre los pasos. Sobre el río de las aguas.
¿La lluvia? ¡Ya se encargará de arrastrarnos!
De oler a tierra mojada, a hierba humedecida
con cada trago de rabia…
¡Porque hoy me apetecía darle un grito al aire,
apuntando, a ese otro viento que me arrastra!

01 abril 2006

SOBRE EL ATARDECER






SOBRE EL ATARDECER
(Fotografía: Paseo entre Alfacar y Víznar)








¡Qué antigua es la luz!
¡Con qué temblor nos señala!
¡No es fácil retenerla,
ni arrancársela a los párpados!
No es la llama, ni la onda,
ni el viento que la fragua.

Cuando se aleja tan extraña,
cuando se acerca, solitaria.
Tenía la tarde una pregunta,
quemadura, bajo las alas.

¡Qué antigua es la luz,
como el nudo, el agua,
el beso que la manda
¿Qué secreto guarda
bajo el crujir de la rama;
allí, sobre el horizonte
cuando su sangre brota
como cristales de agua?

¡Qué antigua es la luz,
dormida y abrazada!
Tenía la sangre una pregunta,
boca y bocanada.

Porque la luz nace, muere, vuelve;
acude a lo inmediato.
Decir tarde es como ese rellano,
ese peldaño entre los párpados,
bajo los ojos.
Decir tiempo mientras el viento planea su calma.

¡Qué antigua es la luz,
el silencio y el habla!

29 marzo 2006

CAMINO QUE NACE






CAMINO QUE NACE
(Foto: cortesía de la tarde)








A tu lado,
camino,
un paso,
esa extensión que trasladas.
Instante,
noche,
equilibrio,
refugio,
mujer sobre el agua.
De fuera hacia adentro
recorro tu paisaje.
Cuando peino tu cuerpo,
en espirales de habla;
mi mano resbala
de silencio en silencio.
Mujer que das.
La vida,
tu cercanía.
Que la extiendes
a lo largo de mi espera.
Como el aljibe,
al agua
desciendo
de palabra en palabra
duermo tu sueño.
Lo recojo,
lo absorbo,
existo primero.
Acaso instante,
cuando nazco de nuevo.
Me vuelvo.
¡Pero qué digo tus ojos
si son ya fuego!
Círculo,
hallazgo.
A tu lado,
encuentro.
Camino que nace.

14 marzo 2006

DE DOS










DE DOS









.
**
Detrás de la nada vino el blanco
el rojo
el verde
el viento
el azul
tu mano
tu cuerpo
tu cuerpo multiplicado
por dos
por siempre
desnudo
eterno
sin puntos
ni comas
como bocanada del tiempo
espero
beber
amar
donar
abrazar tu sonrisa
o tus lágrimas
buscando
juntos
dos ojos
dos labios
dos mundos encontrados
volverme sí
si acaso anegando
o negando el vacío
arañándole al tiempo sus refugios
como éste
el que hoy nos invade
bajo la sombra del árbol
nuestro árbol
del sueño
amarillo y verde.

05 marzo 2006

COMO DE TI, LA LLUVIA







COMO DE TI, LA LLUVIA






Te miré, inquietantemente nube.
Te abracé, dulcemente sueño.
Mi mirada te sigue.
Tu agua en mi pecho desnudo,
descansa.

Te miré como brújula
y como hombre que te alcanza.
¿Si se apagaran los instantes?
¿Si me confundiera de techo
de noche, o de garganta?

Pero no, tu mano asoma
empapada.
Ondulando en el silencio,
como viento que te lleva,
hacia dentro.

Te levantaré en mis manos,
como ese fruto que nos devuelve a la tierra.
Me sumergiré en ti, caracola que despiertas,
cuando me recibes en tus senos
como fuego bajo la nieve.
Y como gota a gota te deshaces,
universo tras universo.

Como de ti, la lluvia.
Como de mí, el viento que te aguarda.
Si me llamas.
Cuando cierro los ojos, y noto cómo desciendes.
Y yo, bajo la tierra sueño, y duermo.
Y amo, y vuelvo.
Y me abrazo a tu agua…

25 febrero 2006

DESPUÉS DE LA CALMA





DESPUÉS DE LA CALMA





Propongo la palabra como arma silenciada.
Propongo escuchar antes de derramarla.
Dispararle a la noche con el mundo que se apaga.

Propongo más, por si todo esto falla,
arrebatarle al horizonte el silencio de los labios.
Sueño a sueño.
Pero aquí, no. Ni bajo la ola que se acaba.
En otro mundo cuando nazca
esa mano de la tierra,
y la herida desaparezca.

Propongo la palabra como alma silenciosa.
Propongo aplastar el silencio contra el muro de las sombras.
Taladrar la distancia, colarnos por sus cuencas.
Detrás vendrán los ojos, simulando ceniza bajo las piedras.
Pero no, no nos engañemos ni apostemos nuestros sueños,
ni calculemos lo que les queda.
Bajo la lluvia vendrá la lluvia a deshacerlos,
Tras el parpadeo de las gotas, el viento
se derramará como el agua, apuntando
hacia esa lágrima que se esconde bajo la hierba.
Propongo la palabra libertad,
y todas las manos que nazcan de la tierra.

16 febrero 2006

LA FUENTE (COMO INTRODUCCION A LA PALABRA)








LA FUENTE
(COMO INTRODUCCION A LA PALABRA)










Quisiera atravesar lo invisible
y llegar hasta el secreto de tus labios.
Sentir tu respiración mientras se agotan mis palabras;
tierra también, como esa arena a la que besabas.
Lluvia a la que te abrazas, mientras aprietas tus muslos bajo el agua.
Quisiera beber de ti, llenar mi vida de ese instante.
Cerrar los ojos y abrirlos bajo tu memoria.
Detener el tiempo en una mano, y en la otra…
Tú, como esa gota de la que me hablas.

15 febrero 2006

NOCTURNO DE LLUVIA





NOCTURNO DE LLUVIA





Cuando me pierdo entre su desnudez,
me gusta robarle al paisaje el eco de su distancia.
Adentrarme en el color de sus labios.
Adherirme a su memoria silenciosa.
Recorrer sus huesos tallados,
su verdad transparente, los latidos de la lluvia,
ese poema que se nos niega apenas tocamos su noche.

Me gusta porque es como entrar en tu presencia,
mujer que devuelves la mirada que deshojas.
Orientarme hacia ti, buscando el horizonte.
Tensar mi mano como grito de la sombra.
Porque nada es, ni nada se te parece.
Azul de labios, blanca fuente.
Como si salieras de este verso.
Tras la lluvia…

14 febrero 2006

JUEGOS DE VIENTO






JUEGOS DE VIENTO







Quisiera dejar el mundo a un lado.
Dedicarme a ti, insistir en ti,
adherirme a lo desconocido,
a tu transparencia;
a esa vértebra de tu piel,
allí donde todo permanece
en estallido.
Quisiera abandonar el mundo,
pero no más allá de tus labios.
Infringir la ley de la gravedad
y absorber su silencio…
Y escuchar, y escucharnos,
antes de arrojarnos a nuestros sentidos.
Quisiera abandonar el mundo
y volver a tiempo,
para refugiarme en ese fuego tras la nieve.
Devuelto a tus ojos.
Deslizarme en tu poesía,
como abrazo,
como sueño que ocupas en tu mirada.
¡Quizás ya entre, quizás no salga!
Hoy, quisiera abandonarme en tus manos,
primero viento, para después llenarlas.
Podría vivir, o podría morir si me dejaras
jugar entre tus sueños, asomarme a tu llegada.

10 febrero 2006

DETRAS DE LAS PALABRAS





DETRÁS DE LAS PALABRAS






Quizás no llegue hasta ti;
quizás me quede en la distancia.
Pero este paso,
este camino,
esta montaña,
esta nube de cadmio, de pájaros silenciados,
de palabras que me llaman, que me atrapan…
¡Qué cercana, qué muralla!
¡Este viento que me hiere,
qué puñal tan azul,
qué antónimo de batalla!

Quizás no llegue hasta ti,
Quizás me quede…
En el agua,
en el suburbio del tiempo,
en la profundidad cóncava con que nos habla..

Pero lo habré intentando, una y mil veces;
me lo habré dejado…
En el mar,
tras ese copo de nieve que late bajo el silencio,
por entre lo que nos sucede a diario,
como ruta de unos labios.

Quizás no llegue, o quizás más tarde;
cuando el tiempo abra mis sentidos
y los libere.
¡Pero hoy no, ni jamás!
Si acaso, detrás de estas palabras,
de este paisaje que se nos escapa…

08 febrero 2006

MIRADAS







MIRADAS






Cierra los ojos y entre tanto…
Devuélvelos sin miedo al paisaje.
De donde vinieron a contarte,
dónde y sin embargo se refugia el horizonte
y como huésped de la noche se nos marcha.

Cierra los ojos y entre tanto…
Ábrelos sin detenerte ni reclamarlos,
mientras arrastras ese segundo abolido
anotándolo como espacio en tu diario.
Porque este hoy nunca estará tan aproximado
como este trozo de mirada.

Y desplegarás lo inimaginable.
Y te confundirás de verso y de mañana.
Y añadirás palabras que quizás nunca vuelvas a usarlas,
como este frío al que te abrazas.

Porque detrás de aquí, el horizonte ni existiría.
Seguiría como cualquier página en blanco;
indescifrable, sin rostro ni habla;
sin pulso, como desnudo, tras la mirada inagotable.

Mírame, tras este segundo
ya nos habríamos convertido en algo,
ese mundo al que le faltan...
Dos miradas, y el desnudo de la noche.

02 febrero 2006

COMO LUNA QUE DESARMAS






COMO LUNA QUE DESARMAS







¿Por qué apareces y desapareces
de repente,
tras el infinito abrazo de la distancia?

¿Por qué sin tu cuerpo nos mientes,
sueñas y deshaces,
atrapada en el aire, tras el silencio de la nostalgia?

¿Por qué no carne, por qué no agua?
¿Por qué noche tras noche nos señalas
hacia esa madrugada, como vacío que nos separa?

¿Por qué?¿ Por qué no habla? ¿Por qué así,
si tan siquiera nos conoces,
ni miras desde abajo, ni pisas esta niebla tan lejana?

¿Escuchas? Quizás esté en tu memoria,
o ya en tu nombre,
ese…que círculo a círculo nos detallas.

¿Por qué no llegas, por qué no abrazo?
¡No como poema, sí como hallazgo,
sin dirigirte a nadie ni a nada!
¡Sólo, como ese verbo que se levanta!
Ya mujer, ya sabor, ya color, ya no distancia.
Como Luna que desarmas.

01 febrero 2006

DIRIGIDO A LA MIRADA




DIRIGIDO A LA MIRADA

(Fotografía de Victoriano Izquierdo)







Quizás mires, y te vuelvas, y ni siquiera la reconozcas;
ni intuyas el color que se desprende tras el silencio de la mirada.

Quizás no sepas como amarla, ni acariciarla,
caminar bajo su oscuridad, bajo la intensidad con la que te habla.
Cuando te llena de preguntas,
bajo el neón que se prolonga…
Del rojo al naranja,
del verde al que ni adivinabas.

Quizás no sepas, porque nunca te habla,
de poemas ocultos bajo el viento abolido de la muralla,
del laberinto derramado sobre el espejo del asfalto,
de amantes que quizás no vuelvan para cuando se levanten,
transformados, ya, en el diario de unos labios.
De su regreso tras el color del sueño,
de la noche indeleble y salvaje.

Quizás mires, y te vuelvas por donde viniste,
apretando el olvido de lo irreconocible.
Como parpadeo de esta noche, no te vayas.
Acércate, acércate, acércate, un poco más al aroma del instante.
Como si fuera ésta la primera vez que te salen al encuentro,
esta ciudad, y todo lo que te imaginabas…
De momento, esta calle que se dirige hacia tu mirada.

30 enero 2006

METÁFORA TRAS LA NOCHE
















-
*
¡Pero qué amparada se nos mostró la noche, cómo se enredó entre nuestras miradas!
Y así, día tras día, nos abraza,
nos acerca y nos releva. Nos agota. Nos inunda.
Como cuando predice el árbol el silencio en la distancia;
desliza su piel, su mano, sus inmortales párpados tras el laberinto de la sombra...
Para verlo todo distinto, segundo a segundo.
Allí donde nos refugiábamos incluso,
en donde nos amamos alejándonos del frío impreciso,
bajo la fórmula de la luz incandescente.
Tras su rastro, la del sueño que te ofrece
como tiempo sin techo ni mordedura.
Como esta metáfora que te deslumbra…
Amarilla y roja, bajo el azul oscuridad que te pregunta;
tras esa respuesta de lo que significaría…
Un quizás. Bajo las mil estrellas que se juntan.

28 enero 2006

VIENTO Y MIRADA









VIENTO Y MIRADA











Sobre todo, viento, sobre todo…
El azul en el aire,
y el corazón que no pare.
Así como puño,
Así como hambre.

Sobre todo, viento, sobre todo…
El blanco en la nieve,
y el rojo en la sangre.
Así como tiempo,
Así como tarde.

27 enero 2006

MONTAÑA ENROJECIDA






MONTAÑA ENROJECIDA







Aquí está la montaña, ni tan lejos, ni vencida.
Aquí está la montaña, enaltecida, blanca y dorada;
circundada por el azul de la escritura.

Allí voy y de allí vengo.
Como hombre invisible que se acerca.
Como pájaro tras el eco de la niebla.
Silencio a silencio, me repito.
Me dirijo a ti misma, como voz;
como tejido sin tiempo ni memoria;
como paso y criatura de la tierra.

Aquí estoy, abrazado a tu paisaje,
en medio del eco y de la piedra.

Pero yo busco tus labios…Tu sed
cuando me abrazas con el aire.
Pero tu buscas mis ojos…Mi mirada
cuando te abrazo como el agua.

26 enero 2006

AQUÍ, DONDE QUEDAMOS










AQUÍ, DONDE QUEDAMOS










Hoy sólo quiero
dejar el mundo que se abra,
vaciar la sombra de la nada,
destruir su arquitectura,
construirla bajo el agua;
ya sin tierra ni nostalgia.

Vaciar mis manos;
mis ojos de palabras.
Ser sólo una pregunta en el aire.
¿Yo, frente a tu agua?
Y poema a poema, declararme.

Pero entonces, ya como hombre.
Como océano que te habla.
Desde aquí, ya sin distancia.

Porque hoy sólo quiero,
dejar el mundo que se abra.
Tocar lo invisible de tu alma.
Enseñarte mi patria.
Y llegarás al corazón de mi viento
o a mi recuerdo.
Aquí, donde quedamos.

25 enero 2006

COMO PAISAJE EN EL AIRE





COMO PAISAJE
EN EL AIRE







Primero fue la voz, detrás vino la distancia;
el eco mágico de las palabras,
esa forma de agruparlas…
De una en una, “Tú… yo…”
De dos en dos, Tú y yo”
Del infinito a lo único, “Tú como yo”
Amor contra el odio,
pecho contra espalda,
el amor contra la nada...

Primero fue tu voz, temblorosa y helada,
como cristal que nace tras el silencio de la carne…
Después vinieron el hueso y el ave,
el miedo y la distancia,
el azul y la sangre,
el viento y el agua.
Todo, todos unidos bajo el lenguaje.
Como en este paisaje…

24 enero 2006

LOS COLORES DEL VIENTO







LOS COLORES DEL VIENTO








Quisiera abrir lo desconocido, impugnar esa muerte;
desplegar los colores de repente…
El azul sobre ti. El verde, a campo abierto.
Detener el rojo atardecer. El paisaje sobre el silencio.
El de la madrugada cuando regresa de su abismo,
tras el comienzo. Ese viento…

¿Soy yo, o arrancado de mí mismo...?
¿Acaso un refugio en el aire, ese espejo tras la profundidad?
Porque siempre me desnudo tras de ti, y vuelvo y aparezco.
Como el ébano sobre la noche,
como sendero que comienza tras la niebla.
Como ésta a la que llamo, mano desnuda, a secas.
la que te acaricia cuando regresas.

Y nos volvemos para detener el tiempo,
ya, bajo la desnudez de la noche y el refugio de lo que nos pertenece.
¡Como ese viento, azul y verde…!

22 enero 2006

PREÁMBULO DE TI









PREÁMBULO DE TI










Aquí, la palabra es azul y el tiempo invisible.
¿No notas mi mano, tras el paisaje táctil,
agrupando noches, inventando mundos que se abren?
Para recordarte. Para acercarte lo inmediato
a lo infinito. Lo cotidiano al techo de lo eterno.
Aquí, la palabra es escrita con el trazo de los sueños.
No hay frío invierno, y como viento en el vacío te pretendo.
Del Sur cuando de ti nazco y me enredo sobre tu tiempo.
Aquí, la palabra viaja sobre tu estallido, ese refugio
donde te espero bajo el silencio, como libro abierto,
como hoja que se eleva como paloma de tus brazos.
Como este sueño no terminado…

20 enero 2006

TRAS LA SED DEL AGUA







TRAS LA SED DEL AGUA







Sé, el viento que retorna;
el que traspasa la nube
y nos devuelve a los ojos.

Que comienza en las palabras,
Que termina en las palabras.

Porque alguien le gritó a lo lejos...
-¡Mientras haya silencios!
(Y enseñó ese pensamiento al aire)

Pero no. ¡Así no!
Porque mientras que exista una parada en los labios,
Una ráfaga de habla
(Esta manera de abrazarnos)
Un rastro de perfume hacia tu desnudez.

¡Habla! Ama, hasta que se incline la balanza,
para tocar ese abismo tras el sueño;
ya en forma de pregunta o de mirada.
Como el agua…

19 enero 2006

MI MUNDO A MANO










MI MUNDO A MANO









Te presento a mi mundo:
Esta mano, esta otra…
El deseo de apretarlas,
de llenarlas de palabras.
Dejar que el agua…
Quizás te hablen,
te digan algo o parecido
a un segundo,
a una entrega,
a una tierra desnuda.

El deseo incontable
de averiguar lo que nunca pasa.
De navegar por ese paisaje azul,
de tocar la nada,
de latir junto al Universo,
de gritar hacia afuera de tus huesos.

Y si no podemos…
Soñar con tus ojos.
Contar con ellos.
Repetir un día y otro
y llegar hasta el comienzo,
sobre una mano tras otra.

Te presento a mi mundo:
Esta mano que tantas veces se equivoca.
Pero aquí está la otra…
¡Y una palabra en la boca!

RENACIMIENTO







RENACIMIENTO







Una palabra.
Dos.
Amor.
Sólo dos.
Faltas tú.
Sólo Ella.
Ese beso
bajo la nieve.
Nuestra huella.

18 enero 2006

ENTRE INTERROGANTES














ENTRE INTERROGANTES

No quisiera que mis versos terminaran sólo en palabras,
ni en ninguna tierra seca sobre el agua.
De todo cuanto salga… (amarillo, verde o naranja)
tocadlo, respiradlo, cuestionadlo.

No quisiera ni que este último poema quedara impune,
ni huérfano de mi estancia;
cosido a un libro, sobre la página veintitantos…

No quisiera, no; ni verlo, ni quererlo, ni alejado, ni alejarme,
como silencio de un grito, como remedio de mi tuétano.
Sino que llenase vacíos, que anudara todo habla desarticulada,
Sílaba a sílaba. Palabra a palabra. ¡Palabra!
Que traspasara, muralla a muralla, como esa ola gigante,
ese viento que aguarda tras el cansancio.
Y si por ahí no cabe, no se deduce que ni siquiera existí...
¡Perdonadme!
Porque entonces, nunca dejaré de ser poeta.
Y volveré a empezar de nuevo, en forma de piedra,
de mundo, de oleaje.
¿Quién sabe, hasta dónde llega esta magia en forma de mano,
de paisaje...?
¡Perdón por lo de antes!
¿Pero quién habla de adiós, si aún ni he nacido?

17 enero 2006

¿AZUL O PIEDRA?







¿AZUL O PIEDRA?








No habrá silencio ni escucha, si acaso miradas.
Palabras derramadas como Viento y Aire,
Azul y Agua…
No habrá silencio ni escucha, ni esas otras palabras
jamás pronunciadas que aguardan bajo la tierra.
Y que continuamente nos gritan, sin saber hacia dónde,
sino tan cerca.
Porque no habrá silencio, ni viento para detenerlas;
Ni piedra donde cobijarse, porque no habrá camino
ni pasado, como todo esto desaparezca.
Porque aquí sólo falta esa gota de lluvia.
Esa sustancia que se convierte en estancia.
Tan diminuta como la transparencia que nos deja.
¡Ahora o nunca!
¿Azul o piedra?

A NADIE






A NADIE








Pienso yo…
¿Si fuera sólo pensar,
robarle al alma,
rayarla, desgastarla…?

¿Asomarse a las palabras
desde este paisaje,
tan oculto,
como desconocido...?

Pienso yo…
Y a veces me pregunto…
¿Si acaso existo detrás de ese árbol;
detrás de este corazón
que se cierra y se abre?

¡Que come tierra,
que bebe tierra!
Digo amor, detrás de esta palabra
Amor.
Porque somos millones y a veces nadie…

AZUL SOBRE TI






AZUL SOBRE TI







Podría dejar el mundo así, tal y como me lo encontré…
Como un color azul, tirando a grisáceo!
Arrebatarle los sueños y ocultarme en lo desconocido.
Podría difuminarme o podría confundirme
entre las palabras jamás pronunciadas y el aire.
Desarrollar ese tacto innato de recién nacido.
Beber del tiempo o ahogarme en el tiempo
mientras discuto con los segundos.
-“Porque yo estaba antes”, me dicen…
- “Y yo, y yo…”
Y tantos otros mundos que ahora desconozco!
Parece que el color no llega, pero segundo a segundo
estás descomponiendo ese fuego,
esa llamarada roja bajo la sangre,
apretando esta mano, ahora en forma de puño!
Pero esa mano…
Ésta, tu mano…cuenta y no cuenta, porque nunca falla;
nunca antepone los segundos
ni lo eterno,
ni las noches cuando nos desnuda ese mundo.
Porque ahí estás y así te quedas,
inundado,
como viento sin paisaje.
Pero hoy no. Hoy quiero un poco más de ti.
Este azul al que le llamo mujer o siempre.
Entre mis brazos y el comienzo.
Como este poema desde donde salgo.
Azul sobre ti. En silencio…

15 enero 2006

COMO HERIDA EN LA NUBE







COMO HERIDA EN LA NUBE







¿Qué haría yo, viento, sin ti?
En la noche te nombro
como herida que desata la nube.
¿Pero de quién es el aire?
¿De quién es el mundo?
A lo lejos oigo ese nudo.
Ese instante cuando aprietas el puño.
Y el silencio fluye. Y el corazón surge.
Y te escucho. Y te acaricio.
Allí donde tu cuerpo me ofreces;
como ave, como persiguiendo tu latido.

13 enero 2006

DEL AIRE AQUÍ









DEL AIRE AQUÍ










Sólo me faltas tú. Recordar el camino
donde desaparece.

Esa muerte… Ese nacimiento en ti,
entre la noche y la mirada de lo eterno.

Sólo me faltas tú,
porque fuimos beso antes que fuego.
Sed antes que instante. Sueño antes que vuelo.
Mirada a lo lejos desde tu estancia.
Aquí donde no hay cuerpo, ahora renazco
cerca de tus ojos
hacia estas diminutas palabras.

¿No ves lo que yo veo sin mirarte?

Déjame acompañarte con mis pasos,
que complete este círculo incompleto.
Porque sólo me faltas tú, esa gota en el tiempo,
esa mirada adyacente que descansa en los sueños.

¿No ves lo que yo veo sin mirarte?

El cansancio de ese paisaje
que aparece
y desaparece.

Porque sólo me faltas tú.

Sé voz y yo viento.

EN TU DIARIO






EN TU DIARIO







Tú nunca te equivocas, porque amas,
porque nunca señalas con tu simulacro.
Sobrevives en ti, marcando tus sueños
entre lo infinito y lo diario. Y perdonas,
recibiéndolo todo con los brazos.
El mundo y la nada.
El beso y la distancia.
El agua y la mano acariciada.
Tú nunca te equivocas, porque naces
al abrir y cerrar los ojos, y vuelves;
y te revuelves amando o a nado,
sobre las tempestades de lo cotidiano.
Si me echara en tus manos, si me alcanzaran…
Como hambre, como hombre, como geometría
que se desliza, poco a poco, cuerpo a cuerpo,
de dentro hacia afuera. Si estuviera, yo, dentro de ti.
Rodeado, por ese mundo que me señalas.
Isla tras isla, como archipiélago de tus labios.
Me aferro. No como horizonte. Sí como viaje.
Como esta Luna que me aplasta tan inevitable.
Porque nunca te equivocas cuando amas,
con la mirada misma, con el peso mínimo
de un día tras otro. Ahora así, como esta noche
que ha surgido de la nada; como mundo imaginario,
alrededor de tu nombre…
¿Serás amor o este sueño que me habla?
Cara a cara. ¡Temblando por recorrer nuestras palabras!

09 enero 2006

INTROITO









INTROITO










Cada vez que me sumerjo mar adentro,
pienso que dejo algo sin secreto;
quizás esa lejanía que nos separa de los barcos,
o la distancia sacada de los brazos,
o ese adiós que nos separa de los pasos.

Cada vez que me sumerjo mar adentro,
rompo en mil pedazos
los tréboles que acaban con los sueños;
con los sueños que comienzan con los barcos.

A TU ALCANCE







A TU ALCANCE







Si alcanzara la nube, ya no sería sueño
sólo agua.
Si alcanzara los sueños, ya no serían sueños
sino nube bajo el agua.
Si alcanzara tu boca...
Ya nada más me importaría,
ni la sed, ni la nube,
ni ese sueño tras la distancia.
Y viviría en ti, en el árbol de tus labios
donde la noche recoge, fragmento a fragmento
el silencio de tus palabras,
signo inequívoco de lo alcanzable.

03 enero 2006

DISTANCIA IMPRONUNCIABLE
















Si existiera la cara oculta de los sueños, ese espejo invisible;
si viviera en ese corazón abierto, burbuja de ti,
si creciera como este poema titubeante, apenas unido
por lo pronunciable…
Si cruzara esa puerta tras la ventana, ese paisaje atrapado
en el infinito, como rostro incandescente…
Me abrazaría a la lluvia, al árbol de tus labios;
correríamos bajo la tormenta desnuda,
a la espera de que, una tras otra explotasen las estrellas.
Como esa primera vez que apareció de repente,
y a la que le siguieron mil batallas de amor,
mil preguntas, mil silencios, mil acordes,
mil recuerdos impregnados de ti, mariposa de la noche.
Si existiera ese sueño inmortal por donde cruzan los sentidos
a galope…
Porque es tu vacío el que me ocupa,
ocupa en mí todo su alcance, esa distancia impronunciable.