27 diciembre 2010

TÚ MI GOTA, CORAZÓN DEL AGUA

Cuando percibo el eco de tu voz de amada,
crisálida al viento bajo el abrazo inequívoco...
Inspiro, aspiro, ese tú de tu piel
pecho abierto necesario.
Imagino, siento, ese infinito a cada paso.
Porvenir de tus ojos.
Por venir de tus brazos. Corazón que se sale.
Orilla en tierra. Única mirada.
Huellas que se resisten bajo la sílice de las horas,
aquel horizonte de arena y plata.
Viento de aquí,
péndulo de la nube amedrentada,
cuando se asoma bajo el fuego mutuo de nuestras miradas,
a cada instante,
a cada impulso inmensurable.
¡ Ay horizonte que se abre !
Acá nuestros sueños, allá tú;
camino innato de los barcos imaginarios.
Mar engendrado de la mar antigua;
cómplice de las horas,
ahora de nuestros cuerpos a la deriva,
nanosegundo de todo universo inacabado.
Mar infinito,
amor sin naufragio.
Microestallido al fin, latido hereditario.
Amor cuando te lleva,
misterio cuando te alcanza.
Pasos ambos en cada dosis humana.
¡Tú mi gota, corazón del agua !

Porque yo te amaba, y tu me dabas...
tu piel de noche, tu corazón del alma.
Porque yo te amaba, y tu me dabas…
Tu boca contra mi sed,
Tu azul sobre mi agua.

No hay comentarios: