26 diciembre 2010

SUEÑO DE UNA NOCHE FRENTE AL MAR

Cuando al amparo de tu cuerpo me recibes,
lejos de toda duda, mi piel contra tu piel a oscuras,
imagino, siento, ese sueño ya sin distancia;
universo de tus ojos en equilibrio,
tacto de tus caricias…
Ese tú de tu boca, ánfora bajo la lluvia,
sed desde la sed del viento que nos mira.
Cuerpo a cuerpo,
ya bajo el alba;
ya, sobre el temblor del horizonte que se aproxima…
¡Nuestro sueño que se levanta
bajo las agitadas alas del poema!
Viento y necesario.
Como revivido y cálido siempre.
Como recién nacidos: hombre y mujer entonces.

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