12 diciembre 2010

DE NADIE AL AIRE

Y por aquí anduvo el hombre,
bajo el insomnio de los árboles,
y la luna que se llevó:
su mirada, los sueños,
los mares,
hasta los ojos de los pájaros:
blancos, negros,
azules, eternos…
Sus rendidos pies,
sus caminos a Marte,
su piel anaranjada,
en su memoria tatuada.
Y allí quedó:
la orilla del río,
el mar de corazones,
la ola del antes,
la sierpe del agua,
el aire, su mirada...
La palabra aliento,
al viento.

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