09 diciembre 2010

SOBRE LA POESÍA QUE NOS ALCANZA

Yo sé que me acerco al vaivén de mis huesos,
a mi carne con sabor a quemadura,
aún al pie del camino, en donde la montaña se agosta.
Ya sé que es cuestión de años, de suerte, de vidas,
de la suma de tantos paisajes a la deriva.
Pero no quisiera irme sin saber el porqué
de esta insistencia de la poesía.
Alegría mía, tristeza mía.
Aquí y ahora, a solas con ella.
Cuerpo a cuerpo, sueño tras sueño.
Como la vida y muerte que nos acecha.
Unas veces por ser luna,
otras por ser sombra.
Pulso, nebulosa.
Sangrante herida.
Amor que desemboca.

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